Los monstruos más icónicos del cine

Aunque salió en la película de Alien (1979), está criatura no se llama así. El Xenomorfo es un extraterrestre terriblemente letal, no tiene piedad con sus víctimas. Lo que los hace más aterradores es su forma de reproducirse, pues necesitan un huésped para poder nacer (como esa icónica escena de la criatura saliendo de un estómago, ¿la recuerdan?).

La última entrega de esta criatura, Alien: Romulus, está próxima a estrenarse. Conoce más de ella.

Es gigante, es tóxico y, como la mayoría de los monstruos, es producto de la maldad del ser humano. Nuestro temido (y querido por muchos) Godzilla nace de desechos nucleares en el mar, liberados por la catastrófica segunda guerra mundial. Cada paso que da es devastador, aún peor cuando abre su boca y lanza su famoso aliento atómico. Sea en Estados Unidos o en Japón, su aspecto reptiliano genera escalofríos a quien lo vea.

El disfraz más usado después de Drácula. Erróneamente nombrado como su creador, este monstruo es el resultado de los experimentos de Víctor Frankenstein. Mary Shelly creó a esta figura en la novela Frankenstein, pero no fue hasta su adaptación al cine de 1931 que conocimos al emblemático hombre con costuras en todo su cuerpo y tornillos en el cuello. Esta criatura siempre muestra el lado más feo de la humanidad y nos hace cuestionar: ¿quién es el malo de la historia?

Los Mogwai son unas criaturas adorables… hasta que las mojas, o los expones al sol o les das de comer en la noche. Su tierna figura redonda y peluda se transforma en un extraño ser flacucho capaz de destruir pueblos enteros. No se dejen confundir por sus acciones juguetonas, que no tendrán piedad en hacerte daño. Al estar en una película familiar, estos monstruos fueron protagonistas de muchas pesadillas infantiles.

Además de darnos una de las mejores películas de la historia, Guillermo del Toro nos dió uno de los monstruos más emblemáticos. Se trata de la entidad que se encuentra esperando en la cocina. Desde el principio no nos da confianza, pues su cara sin ojos y cuerpo desfigurado no es lo más agradable de ver. Pero cuando lo vemos con los ojos en la mano, estoy seguro que les pasó factura de por vida (a nosotros, por lo menos, sí). Es un claro ejemplo de aterrador y fascinante.

O mejor conocida como la niña de El Exorcista. Su aparición fue tan impactante que tuvo un efecto negativo en la actriz, debido a que su gran actuación confundió a las personas, pensando que realmente estaba poseída. La vimos subir escaleras con manos y pies, girar su cabeza en 360 grados y vomitar como si se hubiera comido unos tacos de 5 x 10. Su cara es tan emblemática que con sólo mostrarla le traerá malos recuerdos a varios lectores.

Ya sabemos, no es un monstruo, sino un animal, pero la diferencia se presenta cuando modificas el comportamiento de la criatura para convertirlo en algo aterrador. El tiburón de Jaws es feroz y claramente adicto a la carne humana. Seamos honestos, esta película originó el terror de muchas personas por el mar.

Los payasos siempre han dado miedo, a algunos más, a otros menos. Pero creemos que Pennywise cimentó el miedo de país en país, aterrorizando generación tras generación. La adaptación televisiva de 1990 bastó para que las madres alejaran a sus hijos de la alcantarilla; sin embargo, su reciente aparición nos confirmó que no importa dónde sea, la presencia del payaso cósmico siempre nos pondrá los pelos de punta. Nos aterran sus ojos endemoniados, sus dientes de animal y su capacidad para hacer realidad cualquier pesadilla.