Los dos hemisferios de Lucca
Foto: Cortesía
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Los dos hemisferios de Lucca: Un viaje de esperanza y resiliencia

La adaptación del libro de Bárbara Anderson explora el amor incondicional de una madre y el poder de la ciencia. Con Bárbara Mori y Juan Pablo Medina.

Stivi de Tivi
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La película Los dos hemisferios de Lucca está basada en el libro homónimo de la periodista Bárbara Anderson y sigue la historia de una madre que, movida por el amor incondicional hacia su hijo Lucca —quien nació con parálisis cerebral—, emprende un viaje a la India en busca de un tratamiento experimental. Dirigida por Mariana Chenillo (Cinco días sin Nora), esta producción mexicana de Netflix para 2025 aborda la resiliencia, la ciencia y la esperanza. El filme, que ya ocupa los primeros lugares de la plataforma, cuenta con las actuaciones de Bárbara Mori y Juan Pablo Medina, quienes conversaron con Time Out México sobre este emotivo proyecto.

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Philip Seymour Hoffman decía que muchas de las películas que hacía hablaban de la etapa en la que él se encontraba emocionalmente. ¿Para ustedes esta película dice algo de ese momento en su vida?

Juan Pablo Medina: Absolutamente, todo eso lo siento.

Bárbara Mori: Justo hablábamos de eso, Juan Pablo y yo, cuando nos escogieron para trabajar en esta hermosa historia. Mariana Chenillo, Juan Pablo y yo, de alguna manera, estábamos viviendo procesos personales relacionados con la discapacidad. Cada uno desde su propia experiencia. Estoy de acuerdo con lo que dice Hoffman: todas las películas que he hecho llegan en un momento donde me hacen trabajar algo que estoy viviendo, y esta no fue la excepción. No solo me inspiró, también me enseñó. Esta historia es un testimonio de lucha y esperanza, y creo que es importante hablar de la resiliencia y del poder que tiene Bárbara Anderson.

¿Cómo llega este personaje de Bárbara a tu vida?

Bárbara Mori: Fue elección de Mariana Chenillo. Ya habíamos trabajado juntas y nos encantó la experiencia. Cuando me contó sobre la historia, busqué información sobre Anderson y quedé sorprendida con todo lo que había hecho. Al principio dudé de si podía darle una representación digna, pero Mariana me dijo: "Tú eres la decisión correcta". Conocer a Bárbara Anderson terminó de convencerme, porque nos caímos excelente. Encontramos muchas conexiones, muchas similitudes, muchas ganas de luchar.

¿En esa charla empezaste a examinar a Bárbara Anderson para interpretarla?

Bárbara Mori: Yo realmente observo mucho. Mientras hablábamos, tomaba notas: ella habla mucho con las manos, sube los hombros, voltea un poco la boca... Empecé a notar esas cosas que me ayudan a construir un personaje. Al final, Mariana me dijo: "Mira, lo importante no es hacer una copia exacta, sino conectar tu corazón con el suyo". Incluso le pregunté si debía hablar como argentina —yo ya lista para el acento—, pero me explicó que la idea era retratar las emociones, la historia y la lucha de una madre por su hijo.

Juan Pablo, tu personaje tiene que ser el pilar de su familia, soportar los golpes y mantenerse firme. ¿Cómo fue para ti dar vida a eso? ¿Hay alguien en tu vida que haya sido ese apoyo incondicional para ti?

Juan Pablo Medina: Sí, pasé por un episodio difícil —lo sigo pasando y será parte de mi vida—, y tuve un pilar muy importante. Me identifiqué de inmediato con el personaje. Contar esta historia y hablar de la discapacidad fue una responsabilidad enorme. El testimonio de Bárbara es impresionante, y nuestra tarea era plasmarlo con fidelidad y amor. Queríamos transmitir todo eso que se puede leer en el libro. Ha sido un viaje increíble, y trabajar con Julián, quien interpretó a Lucca, fue parte esencial de eso. Ojalá esta película ayude a abrir más líneas de comunicación y conciencia.

Ahora que lo mencionas, ¿cómo fue trabajar con Julián?

Bárbara Mori: Precioso, precioso. Julián es un niño actor; es su primera vez actuando, pero parece que nació en un set. Sabe perfectamente dónde pararse, qué hacer, cuánto tiempo, cuántas repeticiones. Por más cansancio que hubiera, él siempre era el primero en estar listo. En la historia, Lucca tiene que quedarse quieto casi todo el tiempo, y Julián entendía eso perfectamente. Solo podía mover los ojos, y lo hacía con una precisión impresionante. Después, hay un proceso donde podía moverse un poquito más, pero sin exagerar. Fue hermoso verlo trabajar. De verdad, es de los actores más profesionales con los que he trabajado.

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