Las mejores y peores películas de 2020, según Stivi de Tivi

Estamos frente a una de las producciones más honestas del año. La realidad del México actual es aterradora, pero la película sabe hacer la balanza para que entre cada oscuridad exista una luz proveniente de los hermosos paisajes, de sus diálogos humanos y de la genuina hermandad que nace entre los protagonistas.

La actriz Mercedes Hernández nos entrega un trabajo sólido, contenido y sincero. Me atrevo a decir que esta es la mejor actuación del año.

Dirigida por la egresada del CCC, Fernanda Valadez, quien le imprime una sensibilidad a su trabajo palpable a pesar de tener una atmósfera densa, al final hace que exista un halo de esperanza. Durante la película no puedes dejar de desear que Magdalena salga victoriosa (o mínimo viva) de su cruzada. Ojo con esa escena del diablo, me provocó pesadillas todo el año.

Una de las mejores comedias románticas de los últimos tiempos es una digna heredera de la película Groundhog Day (1993). Lo más importante en un filme es que los protagonistas tengan química entre ellos y vaya que Andy Samberg y Cristin Milioti la tienen porque ellos juntos hacen magia.

Ambos se complementan para que hasta los chistes oscuros o los momentos más sangrientos (hay varios) funcionen sin sacarnos del concepto principal. Es fresca, encantadora y sobre todo divertida, sin caer en el rollo cursi ya que tiene un humor irreverente. Nunca sabes que camino agarrará gracias a su ingenioso guion.

Ver los primeros meses de la Pandemia en el lugar donde se originó (Wuhan) es tan incómodo y asfixiante como suena, pero el documental no se alimenta del morbo ya que nos presenta a las y los héroes de la batalla: doctores, médicos y enfermeras, quienes no solo deben de luchar contra el virus sino que deben cuidar con toda la paciencia posible a los contagiados que están repletos de miedo y ansiedad.

Es una película que te llena de esperanza y nos recuerda que en medio de una Pandemia donde se nos exige estar alejados, lo único que realmente nos reconfortaría sería el cariño de un ser humano.

Un filme tan poderoso como discreto. Todo el tiempo quieres abrazar y proteger a las protagonistas. Una obra auténtica que con una mirada inocente denuncia temas actuales y universales.

A pesar de que es el debut de Sidney Flanigan como actriz, sabe transmitir fragilidad y vulnerabilidad al personaje haciéndolo un ser humano, no por nada ha ganado los premios más importantes de la crítica (Boston, Nueva York, Chicago, Florida y Los Ángeles) lo que la pone cerca del Oscar. El momento en que se descubre la razón del título que lleva la película es desgarrador.

Es una hermosa fabula familiar con un estilo visual único e hipnótico el cual expresa la sensación de libertad en un lugar donde está prohibida y como la fraternidad es la única herramienta necesaria para salvar al mundo.

Más allá de una animación que te deja sin aliento, la historia es redonda y encantadora. Amo que se atreva a ser inteligente rompiendo la idea de que como es familiar los niños no la entenderán. Respetan su intelecto. En un momento en que el 70% de las películas animadas que se producen son hechas por computadora es emocionante tener una producción hecha a mano que mezcla colores con magia y la mitología irlandesa para adentrarnos al fondo de una historia tan fantástica que denuncia las diferencia de género, la opresión social y el abuso de poder. Belleza pura.

Una historia sencilla que en manos de otra persona pude haberse convertido en algo totalmente olvidable. La manera de ser filmada y las técnicas utilizadas hacen que la película sea una pieza de lenta cocción que poco a poco va agarrando un gran sabor.

No es para el público acostumbrado a productos con ritmo acelerado y conceptos ya premasticados. Aquí nos presenta los lazos que forjan una amistad (o tal vez una relación romántica) entre dos hombres de diferentes culturas que solo tienen algo en común: las ganas de tener una mejor vida.

Una crítica al imperialismo gringo y cómo el pueblo se levanta en armas para recuperar lo que les pertenece. En este filme brasileño no le tienen miedo a mezclar distintos géneros para contarnos una historia que si bien se toma su tiempo para colocar sus piezas a la hora de que todo arranca se convierte en una deliciosa experiencia dementé. Su estilo visual es hipnótico. Es un emocionante baño de sangre que nunca olvida su necesaria denuncia social.

Un análisis a las conductas autodestructivas y la lucha para encontrar la paz interna. Más allá de la sordera (proceso al que se enfrenta el protagonista) habla de las adicciones y de las cosas a las que nos aferramos para sentir que tenemos el control.

Fácil pudo caer en el cliché que tiene este tipo de película, pero su director con naturalidad nos entrega una pieza cargada de humanidad. Riz Ahmed es un actor enorme, pero Paul Raci entrega uno de los trabajos más puros de este año.

Una tragicomedia que habla sobre la crisis de la edad y cómo los efectos del alcohol ayudan a “sentir” esa vitalidad que tienes cuando eres joven. Es la película más accesible (en su tono) de la carrera de Thomas Vinterberg, pero eso no significa que valga menos.

Esto fácil pudo ser un cuento moralista sobre los estragos de los excesos, pero nos entregan ambos lados sin condenar al alcohol. Es un irreverente tributo a los placeres, a la amistad y a la vida misma. La película se disfruta hasta en su momento más oscuro igual que se disfruta tomar un trago del mezcal más fuerte.

Punto extra por hacer bailar a Mads Mikkelsen. Sin pensarlo es mi momento favorito del año.

La película más adulta de Pixar es también la más humana. Tocar temas como las frustraciones, los miedos y la muerte podrían no atraer al público más joven, pero de manera ingeniosa y bastante colorida logran atrapar a todos desde que empieza la película.

Aquí nos entregan personajes entrañables que se mueven en un mundo perfectamente estructurado con una trama surrealista que esconden cuestionamientos humanos. Es una comedia con tintes dramáticos que explora el psique humano acompañada de la mejor banda sonora del año. Encontrar lo que nos emociona y hace brillar es el mensaje del filme y es importante siempre recordarlo. Soul es lo que nuestra alma necesita.