Las mejores películas mexicanas de 2015

La historia se desarrolla en el encono de una huelga universitaria temporalmente indefinida, aunque con claros referentes a la UNAM durante el último año del siglo pasado. Tomás (Sebastián Aguirre), un adolescente incorregible para su madre, es enviado de Veracruz a la Ciudad de México para vivir con su hermano Sombra (Tenoch Huerta) y su compañero de cuarto Santos (Leonardo Ortizgris); ambos estudiantes de la Universidad que lleva ya cerca de nueve meses en paro académico y quienes ­–apáticamente– se pronuncian “en huelga de la huelga”. +

“Morenita mía, si es que tú me quieres, no te desesperes y bríndame alegría”, dice una canción de bachata clásica que enmarca, junto con las hermosas playas de Las Terrazas, la historia de (des)amor en Dólares de arena, la nueva película de Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán (Jean Gentil, 2010). 

De acuerdo con un censo internacional, el año pasado subió un 23% el número de millonarios en México; también aumentó la cantidad de pobres en nuestro país, ya son más de 53 millones de personas. ¿Hay forma de reflexionar esta tragedia a partir de una narración cómica? Andrés Clariond lo logra en su ópera prima, Hilda. 

A pesar de las leyes aprobadas en nuestro país, los asesinatos por homofobia siguen presentes en nuestra sociedad. Actualmente, la industria cinematográfica ha abordado el tema desde varios puntos de vista, siendo Carmín Tropical el primer híbrido entre el documen­tal y la novela negra, escrita y dirigida por el cineasta Rigoberto Perezcano.

¿En qué momento nuestro país perdió su inocencia e incrementó su nivel de violencia en las portadas de los diarios y noticieros? Alejandro Gerber Bicecci nos narra la historia de un par de hermanos adolescentes que, al igual que México, pierden su ingenuidad repentinamente tras una serie de eventos ineludibles. 

Esta cinta es tan dolorosa como un golpe en el estómago, tan humillante como un escupitajo en la cara y tan violenta como la vida misma. En ella, el artista plástico Artemio Narro nos seduce y nos hace caer en un terrible juego del que no podemos huir. Una vez embaucados y confundidos, arroja sobre nosotros una serie de interrogantes que descubren el lado más oscuro del ser humano. 

La experiencia que tiene el cineasta Nicolás Echevarría para hacer documentales se hace notar en su nueva película, Eco de la montaña (2014), cinta ganadora de diversos premios en festivales de cine como el de Guadalajara y Chicago. Si bien el director tiene gran mérito por la documentación, la calidad de sus entrevistas e imágenes, el atractivo principal de la película es la historia que cuenta.

Aquí no hay naves espaciales, viajes en el tiempo ni combates apocalípticos con alienígenas, no por eso esta ciencia ficción deja de ser llamativa. Su proyección en más de 30 festivales de cine alrededor del mundo ha tenido una cosecha sustanciosa de críticas favorables. El incidente es el nombre de esta película y es mexicana. 

Entre ficciones (Heli, 2013) y documentales (Narco cultura, 2013), la violencia que ha generado la guerra contra el narcotráfico en México no es ignorada por el séptimo arte. De nueva cuenta esta realidad es retratada, ahora bajo el lente de Matthew Heineman y desde otro ángulo.