Es como una Alien remodelada por la fantasía críptica del guardián de una biblioteca. El actor y director John Krasinski nos sirve una historia sorprendente, con una premisa ingeniosa: en un futuro próximo, postapocalíptico, una familia debe sobrevivir en una casa donde el más mínimo ruido despierta unos monstruos mortales. Los diálogos son mínimos, el silencio imperante, y los personajes se comunican mediante el contacto visual, los susurros y un lenguaje de signos que se subtitula. Un lugar tranquilo hace uso de un cine puro y audaz en el que las imágenes y el sonido se alían para asustar al espectador.
En Netflix.