1. BoJack Horsman
La serie animada más deprimente de la historia estrenó su última temporada, y no podía tener un final feliz. Por seis años vimos cómo el protagonista y todos sus amigos batallaron para encontrarle sentido a su existencia o mínimo algo que los motivara a continuar para entender que la vida es agridulce y tienes que aceptar los momentos buenos y malos. Esta es la lección más humana que una serie me ha dejado y proviene de una caricatura en la que animales antropomorfos y humanos conviven. BoJack dejó alta la vara en la animación.