Las 20 mejores películas de 2018

La película comienza con un meteoro chocando contra un faro en un día soleado común dentro de una zona gubernamental llamada Área X. Aniquilación te llevará a través del "shimmer" —campo de fuerza que resguarda el área— a una zona donde el tiempo se detiene, las brújulas giran sin razón y en las playas brotan árboles de cristal que no se verían fuera de lugar en una elegante fiesta de Navidad de ET.

La cinta es visualmente enloquecedora y deriva del primer tomo —del mismonombre— de la trilogía Southern Reach, escrita por Jeff VanderMeer. Está adaptada y dirigida creativamente por Alex Garland, de Ex Machina (2014), que tiene en mente grandes conceptos, ideas sobre la autodestrucción y el renacimiento.

¿Por qué verla?
Antes de Roma de Alfonso Cuarón, este filme estrenó directamente en Netflix. La primera parte de esta saga nos dejó un gran sabor de boca. Esperamos urgentemente la segunda parte.

Es la primera vez que coinciden, en pantalla grande, Karina Gidi y Daniel Giménez Cacho y sin duda hicieron magia. Los adioses es la segunda película de ficción de Natalia Beristain.

Aquí se retrata la relación de amor-odio entre la escritora Rosario Castellanos y Ricardo Guerra, basada en la obra prolífica de la escritora. La historia se desarrolla en dos tiempos, durante la juventud cuando Rosario (Tessa Ia) estaba en la universidad y quería ser escritora, mientras que Ricardo (Pedro de Tavira) ya se estaba convirtiendo en un filósofo de renombre; y durante la madurez, cuando los papeles de ambos se invierten y Rosario (Karina Gidi) obtiene más brillo y reconocimiento que Ricardo (Daniel Giménez Cacho).

¿Por qué verla?
Más que una biopic de la escritora, Los adioses retratan a una pionera del feminismo en nuestro país, cosa que Natalia representa perfectamente en el filme, y que Karina interpreta con gran soltura y pasión. 

“Mi nombre es Marina Vidal, ¿tiene un problema con eso?”, es la sentencia que nos da el personaje interpretado por la actriz Daniela Vega para situarnos en una batalla que tendrá que vivir una mujer transexual después de la muerte súbita de Orlando, su pareja que le lleva 20 años.

El nuevo filme de Sebastián Lelio nos envuelve entre el glam neón y los diálogos enérgicos como lo hizo con su pasada entrega, Gloria, pero ahora bajo la mirada de Marina, una chica que se gana la vida en las noches como cantante ocasional de un bar de música tropical y como camarera en un restaurante por las mañanas, que comparte departamento con Orlando.

¿Por qué verla?
Este filme se llevó el premio a Mejor película extranjera en los Óscares 2018.

Desde la primera toma de una operación a corazón abierto, musicalizada con la melodía de “Stabat Mater”, de Franz Schubert, sabemos que viviremos una plegaria como la de María ante el sacrificio de su hijo.

El thriller fantástico narra la vida de Steven Murphy (un eminente cardiólogo interpretado por un solemne y estoico Colin Farrell), quien acompañado de su esposa Anna (una calculadora y prominente oftalmóloga protagonizada por Nicole Kidman), tendrá que soportar las más oscuras aberraciones de Martin (un huérfano adolescente de 16 años interpretado por Barry Keoghan (Dunkerque). 

¿Por qué verla?
Yorgos Lanthimos retoma los planos y tomas al estilo de Stanley Kubrick para contar esta ominosa historia.

¿Quién pensaría que en Navidad se perpetraría el robo del siglo en la CDMX? De eso va Museo, la nueva película de Alonso Ruizpalacios, director de la maravillosa y melancólica Güeros (2014).

Este no es robo cualquiera, fue el más grande despojo que haya sufrido el patrimonio arqueológico mexicano. El 25 de diciembre de 1985, dos estudiantes de veterinaria asaltaron el Museo Nacional de Antropología; abriendo algunas puertas, moviendo varias vitrinas, y se llevaron muchas piezas —más de 140— de la colección Maya, Mexica y Monte Albán. 

¿Por qué verla?
Basada en hechos reales, Alonso Ruizpalacios lleva la pantalla el robo más grande que ha sifrido México. Leonardo Ortizgris hace un excelente trabajo como uno de los ladrones.

Si el Fantástico Sr. Fox (2009) fue un trozo alegre de fantasía, su última incursión en la animación stop motion es una bestia más compleja.

Ambientada en Japón —en un futuro cercano—, posee una historia distópica e irregularmente divertida en la que un grupo de jóvenes se enfrentan a instituciones corruptas, aunque se trata principalmente de perritos: desterrados de la ciudad de Megasaki después de algunos brotes de “gripe canina”, los lindos caninos son arrojados a la Isla de la Basura y abandonados a su suerte en medio de montones de desechos. 

¿Por qué verla?
Aunque no es una gran historia, sorprende la animación cuadro por cuadro de Wes Anderson.

El rostro golpeado de Luis Gerardo Méndez no solo llena la pantalla, también establece algo evidente: esta no es la típica comedia en la que suele aparecer y, sobre todo, no es un personaje en el que lo hayamos visto.

Tiempo compartido llega después de arrasar festivales para explorar el lado más oscuro de lo que cualquiera idealizaría como las vacaciones perfectas. Y es que todos hemos estado en medio de una multitud a la orilla del mar en plena Semana Santa preguntándonos por qué decidimos que esas fechas serían las ideales para darnos un descanso. 

¿Por qué verla?
Este thriller mexicano muestra las oscuras entrañas de los grandes resorts vacacionales. Luis Gerardo Méndez se lleva la película.

El legendario Steven Spielberg regresa con una emocionante adaptación de la novela de ciencia ficción Ready Player One (2011) —de Ernest Cline—, algo así como un compilado de personajes, canciones y videojuegos ochenteros y noventeros que se sienten como una gran patada en la nostalgia.

Este filme se desarrolla en un planeta Tierra futurista en el año 2045, donde sus habitantes viven frustrados en aburridas ciudades. La única manera de sobrellevar esta dolorosa y tediosa realidad es refugiarse en Oasis, un juego de realidad virtual en el que es posible ser quien quieras ser. Oasis es un universo infinito, con inteligencia artificial, lleno de planetas que ofrecen distintas actividades. 

¿Por qué verla?
Una oda a la cultura pop ochentera y noventera que nos hizo latir el corazón. Los efectos especiales se lucen.

El México que duele por su constante violencia, la injusticia y la corrupción han sido temas recurrentes en las películas. Estos aspectos son llevados a un terreno más oscuro por Amat Escalante, creando una atmósfera de suspenso, fantasía y terror, y recordándolnos la serie japonesa Urotsukidoji (1986).

La historia se centra en Alejandra (Ruth Ramos), una joven madre y ama de casa que tiene dos hijos con su marido Ángel (Jesús Meza) en un pequeño pueblo de México. Su hermano Fabián (Edén Villavicencio) es enfermero en el hospital local. Un día sus vidas son alteradas con la llegada de la misteriosa Verónica (Simone Bucio). Ella les convence que en el bosque, en una cabaña aislada, existe “algo” que no es de este mundo, pero que resolverá todos sus problemas. 

¿Por qué verla?
Amat Escalante le da la vuelta a temas que se han retratado muchas veces en la pantalla grande, dotando de elementos fantásticos a su nuevo filme.

Este es un retrato dulce y sumamente personal de la adolescencia femenina en sintonía con los lazos de amistad entre amigas, más que con aventuras casuales con niños.

La preciosa historia de Lady Bird de la escritora y directora Greta Gerwig, revolotea al ritmo de la juventud. Anclado a una afectiva historia entre madre e hija en la que el amor incondicional y la enemistad a menudo parecen uno mismo, y elevado por una encantadora Saoirse Ronan, el acometido trabajo de dirección de Grewig te dejarán pidiendo más de ella tras la cámara.

¿Por qué verla?
Saoirse Ronan como la rebelde y testaruda Christine “Lady Bird” McPherson es brillante, no por nada fue nominada a Mejor actriz en los Óscares 2018.

Esta es fácilmente la mejor película de la saga; astuta y atrevida. No solo eso, es la mejor película de acción del año. La trama sigue la misma línea; rehén y cambio y podemos ver a Hunt perseguido de nuevo por su némesis, Solomon Lane —un Sean Harris extraordinariamente espeluznante—, el cual lidia con el terrorismo global, lo que te mantendrá al tanto del tenso espectáculo.

Todo esto es gracias al escritor y director Christopher McQuarrie, que es el primer director en volver por segunda vez a la franquicia, lo que aporta una sensación de continuidad que hasta ahora ha faltado.

¿Por qué verla? 
Trae de vuelta a la mayoría de los personajes de Misión Imposible: Nación secreta y aumenta las apuestas, dándole continuidad, algo que faltaba en la saga.

Orgullosamente africana, este filme es una inversión consciente de los paradigmas raciales. Elegantemente montada por el director de Creed, Ryan Coogler y protagonizada por una envidiable lista de actores afroamericanos, la película es provocativa y satisfactoria en muchas formas, como su ornamentado diseño de producción o su expresión cultural afroamericana muy exacta, los subtextos más profundos del honor, la compasión y el destino. 

¿Por qué verla?
Marvel presentó una historia bien redondeada con excelentes efectos especiales, un soundtrack a cargo de Kendrick Lamar y actuaciones sólidas.

Este filme está escrito, dirigido y protagonizado por Bradlye Cooper quien le da vida a Jackson Maine, un alcohólico cantante de country rock con bastante éxito. Su problema con el trago lo lleva a un bar de drags donde cae rendido ante Ally —Lady Gaga—.

Ally es una cantautora frustrada con mucho talento, pero la química con Jackson abre una ventana después de tantas puertas que le han cerrado. 

¿Por qué verla?
Lady Gaga demostró que es más que un producto pop comercial. Nunca se había escuchado tan bien. Presentimos que será nominada a Mejor actriz para los Óscares 2019.

Inspirada en una noticia sobre la desaparición del idioma Ayapaneco en Tabasco, Ernesto Contreras presenta su cuarto largometraje en el que entreteje una trágica historia de amor con la triste realidad que viven muchas de las culturas milenarias de México: la extinción de sus tradiciones.

Martín (Fernando Álvarez) es un lingüista que se dedica a preservar los idiomas filmando a dos hablantes de cada lengua para tener un registro de  la morfología y sintaxis. Así es como llega a Veracruz, a una comunidad en la que se hablaba el zikril. La belleza del paisaje se ve opacada cuando Martín se entera que Evaristo (Eligio Meléndez) e Isauro (José Manuel Poncelis) —los dos últimos hablantes de zikril— están peleados y no se hablan desde hace 50 años.

¿Por qué verla?
Más allá del drama, el director muestra la importancia de los idiomas para la supervivencia de la cultura, además de contar una historia de amor sin igual.

Este thrilles del actor-director John Krasinski prospera en una promesa ingeniosa: ambientado en un futuro cercano postapocalíptico, una familia debe sobrevivir en un mundo donde el más pequeño ruido agita a monstruos mortíferos. 

Algo así como Alien en una biblioteca, donde el ruido no está permitido.

¿Por qué verla?
Una excelente manera de darle la vuelta a un tema tan manoseado como lo son las invasiones extraterrestres. También demostró la importancia del diseño de audio para el espectador.

El hilo fantasma nos otorga un verdadero dios, o al menos uno que se ha ganado su pedestal: Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis, reina su monopolio en el mundo de la alta moda durante la década de los cincuenta en Londres. Viste princesas con cinturas de avispa, persigue su profesión con concentración total y silencio casi completo.

Todo cambia cuando corteja a una camarera humilde, Alma (Vicky Krieps) hacia su percha de sastrería para que ella llegue a ser su nuevo objeto de lujuria.

¿Por qué verla?
Jonny Greenwood musicaliza esta hermosa y violenta historia de amor. Además, fue la ganadora al Óscar a Mejor diseño de vestuario de 2018.

Ha sido casi un año desde que Mildred Hayes (Frances McDormand) perdió a su hija a manos de un violador. Está enojada y angustiada, así que paga unos espectaculares viejos, afuera de su pueblo, para exhibir carteles enormes que preguntan por qué todavía nadie ha sido detenido por el asesinato.

Estos anuncios señalan el dedo hacia Willoughby (Woody Harrelson), simplemente porque es el sheriff, y eso la convierte en la enemiga pública número uno.

¿Por qué verla?
La historia hace una dolorosa crítica al machismo dentro del sistema penal de Estados Unidos —que podría ser cualquier lugar—. Además, la grandiosa Frances McDormand ganó el Óscar a Mejor actriz en 2018 por esta película.

Esta venganza se centra en el taciturno sicario Joe (Joaquin Phoenix), quien está firmando un contrato en la escena inicial, aunque nunca descubrimos de qué se trata. De hecho, la película da sugerencias visuales y auditivas sobre la historia de fondo, los motivos y el personaje de Joe.

El más breve de los flashbacks sugiere que ha estado en el ejército, pero aparte de verlo llevar a cabo su trabajo —su arma preferida es un martillo—, todo lo que sabemos sobre Joe es que vive con su mamá y se preocupa por ella. Aún así, somos testigos de sus tratos con un contratista, que le prepara un trabajo: para descubrir el paradero de su padre político y regresar con su hija quien se encuentra secuestrada.

¿Por qué verla?
Imposible no compararla con Taxi Driver (Martin Scorsese, 1946). La directora utiliza sutilmente el rostro y el lenguaje corporal de Phoenix —quien lo hace de maravilla—, junto a una banda sonora compleja creada por Jonny Greenwood.

En Gravedad (2013), Alfonso Cuarón extrajo un estudio de la inmensidad del espacio exterior. Ahora va a la inversa: en su maravilla en blanco y negro Roma, el director de viajes eróticos como Y tu mamá también (2001), primero observa sin prisas las partes más pequeñas antes de expandirse, para revelar el lienzo social y político de la Ciudad de México de los años setenta en la colonia Roma.

Una elegía sobria y autobiográfica sobre su niñez y las mujeres que lo criaron —una empleada doméstica muy trabajadora en particular—, Roma se funde en recuerdos episódicos, filmados digitalmente con una apariencia nítida y sin granos, para una convicción visual sin sentimentalismos. 

¿Por qué verla?
Roma es la película mejor realizada de 2018. La fotografía, sonido, vestuarios, escenarios, actuaciones y soundtrack se unen para crear una pieza estéticamente perfecta. Cuarón hizo una carta de amor para las dos mujeres más importantes de su vida, la colonia Roma y la CDMX.

Esta es una angustiosa historia de una impensable tragedia familiar que se desvía hacia el reino de lo sobrenatural y toma su lugar como El exorcista (1973) de una nueva generación; para algunos, da vueltas más salvajes.

Inspirando en muchas películas de terror, desde El bebé de Rosemary (1968) hasta la psicológicamente aguda Babadook ( 2014), El legado del diablo obtiene su aliento de la actuación sin miedo de Toni Collette, la venerada actriz australiana capaz de soportar ataques de manía.

¿Por qué verla?
Hace tanto tiempo que un filme no nos hacia morir de miedo. Esta película hace un pastiche de terror, horror y thriller, generando un monstro que paso a paso se vuelve más fuerte —y aterrador—. Toni Collette se merece un Óscar por esta actuación, dénselo ya, ahora.