Entre la calle Simón Bolívar y Gutiérrez Nájera, en la colonia Obrera, se encuentra el legendario cabaret Barba Azul, el cual tiene 60 años divirtiendo tanto a los habitantes de la Ciudad de México como a los turistas que están dispuestos a disfrutar de una buena cumbia mientras beben con unas cervezas bien frías.
En el segundo piso, dentro del baño de mujeres, se encuentra una de las figuras más interesantes y atractivas que ha presentado la cinematografía mexicana gracias al documental La Mami. Esta película gira entorno a la historia de la encargada de los sanitarios femeninos, quien más allá de eso, le ofrece a las ficheras que trabajan en el lugar una figura cálida, un apoyo y protección en un ambiente que por momentos puede ser riesgoso.
La realizadora española Laura Herrero Garvin es la encargada de filmar esta historia, que hizo su debut en la edición 11 del Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM), en la sección Ahora México. Platicamos con ella y la mismísima Mami sobre esta película.
¿Por qué darle voz a una figura casi invisible? ¿Cómo conociste a La Mami?
Laura: Para mí es importante que cuando hago un documental encuentre algo que me interese personalmente y eso sucedió con mi primer encuentro con La Mami. En una noche de fiesta, había algo especial en este lugar con la colectividad femenina, con las experiencias, con el cuidado que a mí me apetecía explorar y contar la importancia de una figura como ella en este espacio que precisamente está muy escondido y que no todo mundo ve, porque solo 50% de la gente que va al Barba Azul puede entrar al baño de las mujeres. Me parecía importante para mí el mirarla, observarla. A veces creo que lo que te interesa al final, termina revotando en la sociedad y espero este sea el caso.
Mami, ¿cómo fue acostumbrarte a las cámaras? ¿Tú familia qué opinó de este trabajo?
Mami: Me costó trabajó ver las cámaras, el sonido, las luces, bastante trabajo. Todo fue laborioso para aceptar y adaptarme a este trabajo. Mis hijas no sabían del proyecto hasta hace poco, porque no viven en la ciudad. Ya vieron la película y están encantadas con la idea de verme ahí, pero poco a poco lo han ido entendiendo y aceptando.
¿Qué tan difícil fue seleccionar las escenas que se quedarían a la hora de la edición? Me imagino que tenías muchas horas grabadas.
Laura: Lo que pasó en el documental es que hubo un momento de observación bastante largo. Yo estuve ahí muy cerca de La Mami y de las chicas que trabajan, más o menos tres años para entender cómo funcionaba todo. Cuando coloqué una cámara el proceso empezó a caminar, entonces se fue alargado, pero en rodaje fueron 22 días separados entre sí para que se viera el paso del tiempo. Hicimos rodaje y montaje a la vez para encontrar las formas en las que íbamos a desarrollar la historia. La edición fue complicada porque casi todo sucede en el baño de mujeres y concentrado en La Mami, que está sentada todo el tiempo, menos cuando se levanta a echar cubos de agua. No quería que fuera una película claustrofóbica.
El documental arranca con la llegada de Priscila al cabaret. ¿Fue planeado o como le hiciste para que encajara perfecto con su entrada?
Laura: Priscila llegó justo al principio, cuando empezamos a rodar, y fue como un regalo de Dios. Deseaba que una chica nueva llegara porque quería contar de qué trata el trabajo de las ficheras y no íbamos a poder hacerlo de manera clara si no teníamos algo externo que contara todo lo sucedido, para descubrirlo con ella. Recuerdo que cuando ella llegó, La Mami muy contenta me buscó y fui a buscarla e invitarla. Algo importante que mencionar es que las chicas que trabajan ahí cargan con un estigma de la sociedad muy fuerte, entonces para ellas estar frente a la cámara es muy fuerte por todos los miedos y la idea de que las van a juzgar más fácil. Estoy agradecida de que todas aceptaron formar parte de esta historia. Para mí, La Mami era el centro de la película y con la llegada de Priscila pude hacer otro centro en el que ambas se pudieran encontrar y de ese modo darle movilidad a los espacios.
¿Qué tiene La Mami que hace que todas las chicas se le acerquen?
Mami: A la mejor que no las rechazo y que las recibo con cariño, porque es un trabajo como cualquier otro. Trato de que la experiencia sea más agradable para ellas y me tengan confianza, que vean en mí a alguien que les puede dar consejos y ayudar, inclusivo cuando están borrachitas, no las dejo irse a su casa en ese estado. Me preocupan y ellas se preocupan por mí.
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