La británica Joan Hannington, conocida como la “madrina del mundo criminal”, se ganó este apodo por ser la ladrona de joyas más famosa de Inglaterra en los años 80. Creció en una familia de clase baja y sufrió abusos por parte de su esposo, hasta que decidió cambiar el rumbo de su vida por el bien de su hija. Comenzó a robar joyas que luego desaparecía al comérselas, lo que la convirtió en un objetivo casi imposible de atrapar para las autoridades. Su historia es tan increíble que se adaptó en la serie Joan, con la nominada al Emmy, Sophie Turner, como protagonista.
Time Out México conversó con Laura Aikman, quien interpreta a la mejor amiga de Joan en esta producción que acaba de estrenarse en Universal.
Conoce lo que nos dijo Drew Starkey, coprotagonista de Queer.
¿Te acuerdas de cuando te invitaron a formar parte de este show protagonizado por Sophie Turner, una actriz famosa en todo el mundo? ¿Cómo te involucraste?
Me reuní con Richard Laxton, el director, y estoy segura de que en ese cuarto él ya me había hecho entender que yo tenía el papel, aunque no me lo dijo explícitamente, pero lo intuyes. Además, me pasó algo torpe, que siempre me sucede: me atoré en la puerta al entrar y tuve que perder toda mi confianza para regresar y pedirles que me dejaran salir de ese edificio. Así es mi vida, me pasan ese tipo de cosas todo el tiempo.
Hablemos de Sophie Turner. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ella?
Es tan hermosa, cariñosa, divertida y noble. No hay nada negativo que puedas decir de ella. Es súper profesional, pero también se hace amiga de todos en el trabajo y le encanta estar en el set. Hubo un día en el que me tocó hacer escenas con otros actores y, aunque ella no tenía que salir y podía ir a comer, ahí estaba. Podía pasar todo el día trabajando, mes tras mes. Terminábamos y decía: “Creo que me voy a quedar un rato más”. Yo le decía: “¡Estás loca!”
Cuando decidiste ser actriz, ¿era algo secreto o siempre lo quisiste hacer? ¿Cómo se lo dijiste a la gente?
Mi papá era actor de escenas de alto riesgo, hacía todas estas locuras de dobles. Entonces, mis papás me consiguieron un agente cuando yo era una bebé. Trabajé en ciertos periodos mientras estudiaba, pero luego hice una película con Sir Anthony Hopkins cuando tenía 11 años. Me volaron en primera clase a Francia y ahí dije: “Ok, esto me gusta”. No buscaba esos lujos, pero me gustaron. Después, tuve un trabajo regular, por lo que tuve que abandonar la universidad para dedicarme a la actuación, y mis papás dijeron: “Si eso es lo que quieres hacer, nos parece bien”. ¡Eso fue hace más de 20 años, tal vez más!
Ya has trabajado en varios shows bastante populares. ¿Cuál es la diferencia entre Joan y los otros shows en los que has trabajado?
El tono es muy distinto. No sé cómo explicarlo, pero Joan es extremadamente divertida, aunque hay elementos emocionales complejos. Es increíblemente entretenida porque sigue estos robos en los años 80, y ¿a quién no le gustan los 80? Cuando recibí el guion, no pude dejar de leerlo, y siempre quise trabajar con Richard Laxton. No tuve que pensarlo dos veces, era demasiado divertido.
Laura, ¿qué me puedes contar de tu personaje? ¿Qué tiene ella que te hizo sentir identificada o que te hizo pensar, “me cae bien esta chica”?
Es bastante fuerte. Ella vive una vida nada feliz, está en un terrible matrimonio, y se mudan a España donde no conocen a nadie. Se siente mal porque su hijo no tiene amigos, y ella tampoco, están completamente aislados, como peces fuera del agua. Ella dejaba todo lo que conocía en Londres, y lo único que tiene es a su marido, por lo que se siente muy sola, y eso me llamó la atención. Yo nací en 1985, así que sentí que conocía a estas mujeres, porque son mi mamá, mi tía. Verlas alistarse para salir me hizo sentir lista para salir al set. Eso me ayudó a entenderla, porque las conocí. Además, me encanta cómo Joan se convierte en una amenaza para su esposo, porque empieza a despertarla. Aunque ella está involucrada en crímenes, se identifica más con ella que con su esposo. Es como si le arrojaron una granada a Val, y ella está dispuesta a lanzarla.
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