¿Quién iba a pensar que la mágica invención de los Lumière se convertiría en algo tan cotidiano para la humanidad? Estas proyecciones dejaron de ser un simple “invento mágico” para adoptar un lenguaje específico e incorporaron sonido: El cantante de jazz de 1927 es la primera película sonora. Pero esta herramienta saltó de las grandes carpas y las salas de cine, y llegó a nuestras casas en forma de televisión; un millar de avances tecnológicos después nos dio la primera videocámara casera en 1963 y fue evolucionando tan rápido que ahora todos tenemos una incorporada a nuestros celulares.
Los archivos audiovisuales no solo se convirtieron en arte, películas o momentos personales que atesoramos con amor, se volvieron los nuevos vestigios culturales que muestran la cosmogonía, creencias y tradiciones que se vivían en el momento, es por esto que, en 2005, las Naciones Unidas proclamaron el 27 de octubre como el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, a manera de celebrar, resguardar y conmemorar la importancia de los audiovisuales para la humanidad.
Para celebrar este día, quién mejor que los expertos de la Filmoteca UNAM para que nos cuenten más sobre la importancia de resguardar archivos, restaurarlos y, sobre todo, compartirlos.
Publicidad
Discover Time Out original video