Desde su ópera prima El lugar más pequeño, en 2011, Tatiana Huezo dejó en claro sus temas predilectos: señalar la injusticia y criticar a las entidades gubernamentales en México. Esta característica la comparte con el documental Tempestad, que parte de la necesidad de observar la vulnerabilidad de nuestra vida.
El filme explora el relato de dos víctimas del crimen organizado: Miriam, una trabajadora encarcelada en Matamoros, Tamaulipas, tras ser acusada injustamente por tráfico de personas; y Adela, quien trata de superar la desaparición de su segunda hija Mónica.
Esta historia “representa un equilibrio y un contrapunto narrativo que permite mostrar un México más diverso, complejo y profundo”, asegura la directora salvadoreña.
Su trabajo refleja el agotamiento de estas mujeres en la búsqueda de la verdad. Ese mismo sentimiento que demuestra en cada escena de la road movie, “nos adentra en la impunidad, la corrupción, el miedo y la violencia que existe en el país”.
“El nombre nació de la atmósfera de la película. Es un paisaje que refleja la parte emocional de los personajes y el trayecto que recorren durante el viaje. Parte de la idea de que cuando las tormentas pasan, el cielo se aclara”, cuenta la cineasta.
Tempestad ganó tres reconocimientos en la pasada edición de los Premios Fénix (Mejor largometraje documental, música original y fotografía). Además obtuvo mención especial en el Festival Internacional de Cine de Berlín y Morelia.
Con una técnica visual que utiliza a la música y a la fotografía como focos centrales de la narrativa, la realizadora presenta “un filme construido a partir de la evocación para vulnerar al espectador y que él complemente la historia a partir de las imágenes”.
Tempestad estrena el viernes 12 de mayo.