Michael Fassbender está tomándose un descanso y un respiro de la actuación. Desde que el actor germano irlandés apareció por primera vez en los encabezados de un filme prometedor, con el drama de Steve McQueen, Hunger (2008), no ha hecho menos de 26 películas. Fue nominado al Oscar por estelarizar Steve Jobs (2016) y sus otras cintas filmadas en los últimos ocho años incluyen tres títulos de X-Men (interpretando a Magneto) y la precuela de Alien, Prometeo, así como otros pequeños pero más audaces trabajos como Shame (2011), 12 años esclavo (2013) y Macbeth (2015). Fassbender pertenece a esa extraña especie de actores que lo mismo participan en una película de arte que en uno de los blockbusters más esperados del año.
Además, siendo sinceros, es un tipo bien parecido y tiene la facilidad de ser extremadamente intenso en pantalla. Ahora, con 39 años de edad, ha decidido dar un paso hacia atrás y hacer un balance: quiere producir cuanta película estelarice. Por lo pronto ha tenido la oportunidad de ejercitar ambos músculos con Assassin’s Creed, un filme de fantasía que te retuerce la mente y en la que el actor interpreta a un hombre que viaja a diferentes tiempos y lugares, de España en la época de la inquisición a la California del siglo XX. Si te suena familiar el título de la cinta y la trama, es porque Assassin’s Creed es uno de los universos de videojuegos para PC más populares que se hayan creado, y Fassbender ha apostado su principiante reputación como productor en el éxito de esta adaptación.
Nos reunimos con Fassbender –sonriente, encantador y energético– en Londres, próximo al estreno de Assassin’s Creed.
¿Alguna vez has dejado de trabajar? ¡Pareciera que no has dejado de actuar en una década!
He estado bastante saturado. Tenía un apetito feroz y mucha energía para eso, y me avoracé. Por eso es que ahora me tomaré un tiempo. Los últimos cinco años estuve a punto de convertirme en un workaholic.
Tu nueva película Assassin’s Creed está basada en un videojuego para PC muy vendido, ¿te gustaban este tipo de juegos cuando eras adolescente?
¡Claro! Jugaba videojuegos en mi adolescencia en Irlanda, aunque nuca tuvimos uno en casa. Uno de mis amigos tenía un Atari y solía ir a su casa para jugar, también solía ir a las maquinitas, pero nunca tuve mi propia consola en casa.
¿Qué clase de adolescente te tocó ser en la Irlanda de los ochenta y noventa?
No era popular ni totalmente geek, era una especie intermedia. Era un geek pero sí me relacionaba con la gente. Siempre tuve intereses muy particulares, me encantaba mi música, eso ocurre cuando la música te define: si eras gótico, grunge o metalero. De los 15 a los 17 años la música fue gran parte de mí. Luego, a los 17, descubrí la actuación y eso acaparó todo. Es lo que quería hacer y fui por ello. Tampoco fui muy estudioso. Era bastante normal, igual con los deportes.
¿Eres arriesgado?
¡Ten por seguro que no me gusta lastimarme! No soy muy bueno para el dolor, aunque hay quienes llevan una buena relación con eso. Yo no. Lo que sí es que siempre me han encantado los carros. Mi sueño de la infancia era participar en una carrera de autos.
Protagonizas Assassin’s Creed con Marion Cotillard y el director es Justin Kurzely y todos trabajaron juntos en Macbeth. ¿Es un paso arriesgado saltar de una película casera de arte a un blockbuster de fantasía con un gran presupuesto?
Sí, ya veremos si valió o no la pena. Queríamos hacer algo a gran escala y que abarcara otros géneros. Siempre dije Matrix que sería un buen ejemplo para nosotros, fue una cinta en la que algo cambió. Lo que me emociona sobre Assassin’s Creed es toda la idea de la memoria del ADN. Para mí, eso ancla a la fantasía con la ciencia, lo que hace que la gente crea en ella.
Esta sería la primera vez que produces un filme en el que también actúas. ¿Es una ambición que tienes desde hace mucho tiempo?
Siempre me ha interesado involucrarme en esta industria en algo más que la actuación. Uno de mis principales acercamientos fue producir, protagonizar, escribir y dirigir una versión de Perros de reserva (Quentin Tarantino, 1992) cuanto tenía 18 años. No sabíamos lo que estábamos haciendo, empezamos a filmar una versión en los lockers de la preparatoria y terminamos haciendo una versión teatral.
Es demasiado prematuro hacer eso a los 18…
Nos esforzamos mucho. Me acuerdo que nos pusimos nos trajes y corbatas negros para colocar volantes en los parabrisas de los carros del pueblo. Incluso llevábamos pistolas de juguete, ¡ya no podrías hacer eso ahora!
Eso suena a que no eres muy fan de las películas con grandes efectos especiales que dominan las pantallas en la actualidad.
Mucho de lo que vemos en la actualidad es muy similar. Ese CGI toma las piezas de acción que sólo son una especie de salidas y escapadas. Me parecen acartonadas. Nosotros tenemos relativamente pocas cosas en CGI para eso, mucho es acción real y peleas, muy poco es con ayuda del green screen.
¿Este tipo de personajes son muy demandantes físicamente?
Definitivamente Assassin’s Creed es más que X Men. En X Men no había muchas secuencias de peleas para Magneto. Es por eso que tuve que ponerme en forma y fortalecerme, para recuperarme si tenía una lesión. Procuré hacer la mayoría de las peleas y de acción, y no podría estar débil para lograrlo.
¿Cómo te sientes sobre el Brexit? Tu madre es irlandesa y tu papá alemán. Y tú vives en Londres.
Abatido, simplemente abatido.
Ahora estás esforzándote en algo nuevo, desarrollar y producir películas. ¿Te imaginas renunciando a la actuación por completo?
Puedo verlo, no lo descarto. Con esto no digo que vaya a suceder realmente, pero hay una parte de mí que piensa que debes ser actor mientras estés en tu mejor momento. Hay un viaje para llegar a ese punto y ya que estás ahí aparece un tobogán.
¿Así que es algo en lo que piensas, que llegaste a tu punto máximo como actor?
A veces me pregunto, ¿por qué he trabajado tanto? ¿Por qué me he dedicado al cine con tanto frenesí? Quizá porque me esforcé mucho para estar en esta posición. No lo sé. Definitivamente descansaré un rato de la actuación. Hasta ahora lo he dado todo.
Assassin's Creed estrena el viernes 6 de enero de 2017.