Entrevista con J. Xavier Velasco
Foto: Cortesía IMDB
Foto: Cortesía IMDB

Entrevista con el cineasta J. Xavier Velasco

Hablamos con el cineasta Xavier Velasco sobre sus primeras películas y cómo es enfrentarse a la industria en México

Ángel Arroyo
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Abrirse camino en la industria cinematográfica mexicana es un desafío constante, marcado por la competencia, la falta de oportunidades y las dificultades para exhibir cine nacional. El director Xavier Velasco conoce bien estos obstáculos, pero ha logrado abrirse camino con sus dos largometrajes, Cocodrilos y Alters. Hablamos con él y nos cuenta cómo ha sido enfrentar estos retos mientras lleva a la pantalla historias profundas y cargadas de significados sociales y psicológicos. 

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Quisiera comenzar hablando del año pasado, cuando concluiste la filmación de Cocodrilos, el primer largometraje de una carrera bastante larga y fructífera. ¿Qué sentiste al llevar a cabo un proyecto de esta magnitud?

Me sentí realizado porque, aunque había llevado a cabo muchos proyectos en diferentes niveles, como productor o director, este fue mi primer largometraje como director. Eso significaba mucho para mí. Afortunadamente, tuve la suerte de trabajar con un talento actoral increíble y un equipo de producción maravilloso que me apoyó muchísimo en esta primera incursión en el largometraje. Trabajar con actores como José Meléndez, Arcelia Ramírez y Teresita Sánchez fue un gran disfrute para mí. Llegar hasta el final de la producción fue muy satisfactorio, aunque también dejó un sabor agridulce, porque no quieres que se acabe, pero a la vez te sientes satisfecho de haber terminado.

Además, escribiste el guion. ¿Qué temas querías abordar y cómo surgió tu interés en ellos?

Este guion comenzó a gestarse hace muchos años, inspirado por lo que sucedió en el estado de Veracruz a partir de 2010, cuando la violencia se incrementó considerablemente, especialmente contra los periodistas. Aunque no tengo una conexión directa con el periodismo, esta historia surge de la empatía hacia este oficio que, en ciertas condiciones, resulta mortal. Durante ese periodo en Veracruz, hubo muchísima impunidad, y me interesaba mucho rescatar esa realidad y darle voz a través del cine, ya que no se ha hablado lo suficiente de este tema en películas de ficción. Quería contar una historia que, aunque es ficción, rescata ciertas verdades de lo que sucedió.

El periodismo en México es sumamente peligroso. Durante la filmación, ¿enfrentaron algún tipo de problema o censura por la temática o por haber filmado en varias partes del país?

Filmamos Cocodrilos enteramente en Veracruz, y aunque sigue habiendo violencia, la situación está más controlada. Afortunadamente, no tuvimos ningún altercado. Tomamos precauciones, como no hablar mucho de la temática de la película, pero en general, recibimos apoyo tanto del gobierno estatal como de algunos ayuntamientos. Incluso, el sector privado, como hoteles y periódicos, nos brindaron su apoyo. El único inconveniente fue el calor extremo, pero fuera de eso, todo fluyó muy bien.

Este fue tu primer largometraje, pero tienes una larga trayectoria en el medio. ¿Cómo ha sido enfrentarse a la industria del cine en México? ¿Crees que se trata de un trabajo de resistencia o de habilidad?

Creo que es una combinación de ambas. En México, la industria es más pequeña y cerrada, lo que dificulta el acceso y el establecimiento dentro de ella. Se necesita habilidad para infiltrarse en la industria y posicionarse, pero también mucha resistencia, ya que todos los cineastas enfrentan rechazos constantemente. Afortunadamente, en los últimos años ha aumentado la producción de cine mexicano gracias a los apoyos como el Fidecine y la entrada de plataformas que también han incrementado la producción. Sin embargo, las oportunidades no han crecido al mismo ritmo, por lo que la competencia sigue siendo muy fuerte.

Una de las críticas que se escucha a menudo es que, aunque se puede producir cine en México, exhibirlo es mucho más complicado. ¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto?

Definitivamente, la exhibición es un reto. Competimos con el dominio del cine hollywoodense, que siempre ha tenido más presupuesto para marketing y producción. En México, no contamos con esos recursos, ni siquiera para competir con películas que tienen un presupuesto moderado de promoción. Además, no existe un apoyo significativo para proteger el cine mexicano en las salas, lo que provoca que muchas películas pasen desapercibidas. Es común que las películas duren una semana en cartelera o que se exhiban en horarios o salas donde no hay público interesado. También hay un estigma hacia el cine mexicano que ha mejorado, pero no ha desaparecido del todo.

Hablemos ahora de tu segunda película, Alters. ¿De qué va? 

Alters es un thriller psicológico que sigue a una detective con trastorno de identidad disociativa, lo que antes se conocía como identidad múltiple. La historia sigue su investigación para capturar a un asesino serial, mientras ella lidia con su trastorno. La película se centra en tres personajes: la detective, el asesino serial y el compañero de la detective, quienes enfrentan sus propias fracturas personales. Es una historia de redención, pero con un toque de thriller y acción, que atrapará a los espectadores.

¿Crees que Alters es una película más accesible que Cocodrilos?

Sí, en el sentido de que es una película más ligera y entretenida. No toca temas de denuncia social como Cocodrilos, que es una película desgarradora y muy sensible. Alters está más en el terreno de lo fantástico y tiene más acción, lo que la hace más accesible para el público.

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