Pierre Boulle publicó la novela de ciencia ficción El Planeta de los Simios en 1963 sin saber que se convertiría en una de las franquicias cinematográficas más importantes de los últimos 60 años. Las primeras entregas se estrenaron entre 1968 y 1973 de las cuales se les derivaron libros, cómics y una serie de televisión animada y live action. En 2011 se relanzó la franquicia con una precuela que explicaba cómo la tierra terminaba siendo dominada por los simios. Este semana estrena la cuarta entrega de esta segunda etapa de la saga El Planeta de los Simios: Nuevo Reino que dirige Wes Ball, famoso por llevar a la pantalla grande la trilogía de Maze Runner que se desarrolla 300 años después de la entrega pasada La Guerra por el planeta de los simios de 2017.
Wes Ball y la actriz británica Freya Allan vinieron a CDMX para promocionar esta nueva saga y platicaron con Time Out México.
Esta saga ha pasado de generaciones en generaciones, ¿Qué creen que tenga para que pueda sobrevivir el paso del tiempo?
Freya Allan: para mí personalmente cuando estaba audicionando las vi todas las películas y ellas me hicieron realmente pensar y eso fue lo que yo encontré que me dan ganas de volver a ellas. Nosotros nos la pasábamos diciendo que obvio tenemos aventura y acción, pero la parte que me atrajo fue la que te conté y también a las personas con las que he platicado, eso es lo que los atrae. Dicen que estas películas realmente les ha impactado porque hay algo para todo el público.
Wes Ball: totalmente verdad y creo que hay algo de este mundo volteado en donde nos vemos y el reflejo de lo que somos, en la casa en la que viviríamos y eso para mí es buena ciencia ficción.
Los simios son importantes, pero también los humanos, ¿Cómo fue encontrarlos?
Wes Ball: para mí todo es el guión y luego el casting que me parece importantísimo, yo no soy de esos directores que quieren que todos entiendan su visión, no me siento con ellos y les digo cómo deben hacerlo. Yo siempre busco gente talentosa que saben trabajar y que se entreguen al personaje y se entreguen al esfuerzo que todos haremos. Hablamos mucho para estar en la misma línea. Quedamos de acuerdo y los dejó ir a hacer lo que saben. Ellos están ahí con sus emociones, sus verdades y su honestidad. Para mí es como te decía el casting es el 80% del trabajo y lo creo, encuentras a la gente adecuada y los dejas ir a hacer sus cosas.
¿Qué viste en Freya?
Wes Ball: Freya fue… Usualmente el casting es un instinto inmediato para mí, personalmente. Desde mis inicios, lo siento, es él, o son ellos. Freya fue eso, tuve otras audiciones porque este es un papel muy importante para todos y había muchas opiniones sobre este personaje. Y Freya fue, tenía a estas otras dos actrices jóvenes por elegir que estaban haciendo casting en persona y de repente Freya aparece en Zoom para hacerlo y ella era tan buena que nos hizo reconsiderar, hubo varios que dijeron, no, no podemos dejar algo tan importante para esta gigantesca franquicia por medio de Zoom. La tuvimos que volar y checar si todo estaba bien en persona. Nos fuimos a filmar a Australia y volamos hasta allá en menos de 24 horas. En verdad fue una locura obtenerla. Aún recuerdo su escena del casting que ya ni siquiera esa escena entró a la película, pero que sirvió que la hicieras de manera fantástica y todos dijeran que el personaje era para ti. Se convirtió en algo inmediato.
¿Cómo es trabajar con simios? ¿Estaban ahí los actores o los tuviste que imaginar?
Freya Allan: yo hice mis escenas con los actores y después otra donde la hago sola. Creo que yo solo tengo que entender en mí ese sentimiento y repetirlo, básicamente.
Wes Ball: yo traté de dejar las mayoría de las escenas donde ella habla con actores, sobre todo en los close ups. Es que debes imaginarte que tienes un personaje que se mueve contigo. Por eso necesito escenas abiertas para dar facilidad a eso. Es una mezcla de ambas cosas.