Entrevista con el director de El Bastardo: Nikolaj Arcel

 En el siglo XVIII, Ludvigf Khalen, después de cumplir 25 años como capitán, decide dejarlo todo para irse a una tierra desolada e infértil con la idea de levantarla y sembrar papa. No solo el lugar y clima le harán difícil cumplir la tarea sino que el terrateniente del lugar desea que fracase ya que no lo quiere cerca por ser considerado un bastardo, pero nadie conoce la fuerza y terquedad de Ludvigf, aunque en el camino conocerá personas que le cambiarán la idea de tener una vida solitaria. Esta es la trama de la película Sueca-Danesa El Bastardo que está basada en la novela homónima de Ida Jessen, quien se inspiró en la historia real de Ludvigf.

El realizador Nikolaj Arcel es el director de esta cinta que ha causado mucho revuelo en países nórdicos, y platicó con Time Out México sobre El Bastardo que ya se encuentra en la cartelera mexicana.

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Vuelves a hacer un filme danés después de 12 años, ¿Por qué regresar a tu país y no en Hollywood?

No tuve una buena experiencia en Hollywood. Creo que sucede lo mismo con varios directores mexicanos, españoles y europeos, tienen esa misma experiencia, hacen buenas películas en su país, se van a Hollywood y son destruidos un poco por la industria. Regresan a casa porque necesitan estar en un lugar bueno donde puedan tener su propia voz. En verdad creo que fue divertido estar en Hollywood, pero hacer películas ahí no fue placentero para mí, no tenía voz, no podía controlar ninguna parte del proceso, no era mi película. Entonces yo ansiaba regresar porque quería contar las historias que deseaba contar y de la manera que quería contarlas, tener el control hasta del corte final, poder elegir el elenco: hacer cine a mi manera.

¿Qué fue lo que encontraste en esta historia que te dio ganas de contar? ¿Qué viste en los personajes protagonistas?

Me pareció una hermosa historia sobre un hombre que está tan entregado a sus ambiciones, él solo desea una cosa, pero poco a poco va descubriendo que la vida se trata de algo más. Lo hace un poco tarde y eso me pareció interesante y es que muchos somos parecidos a esta manera de pensar. Los humanos especialmente en las civilizaciones modernas estamos entregados a ver “cuál es mi siguiente meta”, “mi próxima ambición”, “que es lo quiero ser en la vida”. Siento que cuando llegas a los 40 o 50 descubres que eso no es lo que realmente importa y todo gira en: ¿Qué tal si me muero hoy? Nada ya importa. Entonces es una historia sencilla porque todos nos hemos sentido de esa manera. Me pareció emocional leer el libro y su camino en cómo se convierte en un padre y también existe el amor y no solo la ambición. Existe más que el narcisismo. Me pareció universal y hermoso.

Ludwig tiene muchísimos retos y cada vez que parece que los conquistó otras cosas le pasan y pasan y eso me hizo pensar en lo que significa ser un director, tú crees que este va a ser el filme y miles de cosas suceden, entonces, ¿Cómo le haces para nunca rendirte por qué él nunca lo hace siempre se para y dice sigamos?

Él es más duró que yo. Yo creo que podemos decir que de cierta manera la papa de la película es similar a lo que un filme es para mí, es una cosa hermosa que necesita crecer, siempre hay obstáculos y personas siempre tratan de pararse, la naturaleza y mil cosas más. Escribimos este personaje como alguien más duro que cualquiera de los involucrados. Yo para pronto me pongo de chillón y Ludwig es de: no me importa, sigamos. Esa es la magia de las películas que podemos hacer a los héroes más duros que nadie. Si creo que es similar a hacer una película. Mi pasada película A Royal Affair me tomó 7 años poder realizar, es un camino muy largo con varias personas diciéndote que no sucederá y solo debes de seguir creyendo. Veo tu punto y si es similar al camino de Ludwig.

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