Zeus largometraje
Foto: Cortesía de la producción
Foto: Cortesía de la producción

Entrevista con Ana Terán, protagonista del filme Zeus

Platicamos con la intérprete de Luisa en este largometraje de Miguel Calderón, que forma parte de FICUNAM

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La leyenda que a todo México le encanta, dice que Juan Gabriel compuso "Amor eterno" inspirado en su madre. Lo cierto es que la relación de Alberto Aguilera con su madre fue accidentada, egoísta y tormentosa. La vida de nuestro adorado Juanga fue la historia de un hombre que invirtió gran parte de su talento en busca de la aprobación materna.

A pesar de los clichés, la verdad es que la relación con las madres siempre se juega la vida en la cuerda floja, entre la sanidad mental y el trauma y este escabroso malabar es el tema principal de Zeus, ópera prima del renombrado artista Miguel Calderón, conocido por su trayectoria plástica. 

Foto: Cortesía de la producción

Zeus aborda la relación codependiente y un tanto enfermiza entre una madre manipuladora (Luisa, interpretada por Ana Terán) y su hijo Joel (Daniel Saldaña Paris) un pseudo escritor que se dedica a atender las necesidades cotidianas de la madre y a corregir y armarle sus presentaciones para congresos (ella es una neurocirujana afamada), mientras Joel se refugia en el cetrerismo, tiene un halcón (hembra) llamado Zeus, que es una especie de alter ego suyo. No existe padre, Joel es producto de una relación entre su madre y un maestro de la facultad cuando estudiaba medicina. Una complejísima historia en la que se cruza un fuego soterrado de celos y rabia con la manipulación materna como eje de represión, pero también amor, y en cuyo guion estuvo involucrado el escritor Guillermo Fadanelli

Zeus debuta en la Ciudad de México este fin de semana como parte de la cartelera del FICUNAM, por ello hablamos con Ana Terán sobre su papel en la cinta que incluye candentes escenas, de esas que intentas bloquear cuando imaginas a tu mamá en…  

¿Es tu primera película cómo actriz? ¿Ya tenías algunas experiencias actorales?
La única experiencia actoral que tuve fue cuando tenía 25 en un comercial dirigido por Juan Ibáñez. Pero en mi casa, de adolescente, mi padre me llamaba María Teresa Montoya, disque por lo dramática. Por aquel entonces un profesor de guitarra, miembro del Trío Calaveras, me invitó a formar parte de un quinteto y mis padres, de inmediato, me exportaron a Estados Unidos para alejarme de la tentación del mundo de la farándula… que siempre me ha encantado.

¿Que fue lo que te convenció de darle vida al personaje? ¿Hay algo de él con el que te identifiques? ¿O todo lo contrario?
La verdad me dio curiosidad conocer por dentro el mundo del cine en cual se mueven dos de mis hijos. Kyzza y Anna Terrazas, él director/guionista, ella diseñadora de vestuario. No creo identificarme con el personaje de Luisa, evidentemente tengo un catálogo de defectos y virtudes, pero fui y sigo siendo una madre que rompió muchas reglas para ofrecerle a mis hijos (y a mí misma) uno de los valores que considero supremos: la libertad. Pero a la vez, como Luisa, soy una mujer fuerte a quien también le tocó hacerla de madre y padre, sobre todo de mis dos hijos mayores.

¿Que tal Miguel Calderón como director?
Miguel es un tipo magnífico, suave, creativo y muy abierto. El rodaje no representó grandes dificultades porque básicamente nos dejaba improvisar. Nunca conocimos el guion completo. Cada día de llamado nos entregaban la escaleta de esa jornada. La enorme ventaja fue que tanto Daniel Saldaña Paris (Joel) como yo somos escritores, de modo que nos sentábamos a revisar lo que nos tocaba ese día, tachábamos lo que nos parecía reiterativo o alterábamos un poco los diálogos para sentirnos más a nuestras anchas. Luego llevábamos la propuesta a Miguel para que la aprobara o afinara. Nos dio mucha libertad de acción. Pero como también es un perfeccionista algunas escenas hubo que rodarlas un sinfín de veces hasta que quedara convencido.

Interpretas a una madre, y el público verá unas escenas muy intensas, tuyas, eróticamente hablando ¿te fue difícil hacerlas?
Sí, fue lo más difícil. Pensaba que no representarían gran problema pero estaba totalmente equivocada. La intimidad ocurre a puertas cerradas, no frente a una cámara y un equipo de profesionales y florece entre dos que se atraen genuinamente… no de manera ficticia. Fue duro, pero cuando vi la película creo que se logró lo que Miguel buscaba.

Hay un par de escenas oníricas en las que interactúo con un águila. Una a campo traviesa y otra, podría decirse, amorosa. Son unas aves imponentes, que dan un miedo tremendo, pero creo que ésas me costaron menos trabajo que las sexuales. También interactué con zopilotes y cuervos.

Casi nunca pensamos en nuestras madres como seres humanos con todo lo que eso implica, incluyendo su sexualidad,  y pareciera que las convertimos en otra cosa: ¿Que opinas de la maternidad, sobretodo en México?
Una de las cosas que más temía de mi actuación era la reacción de mis hijos. Cuando se presentó Zeus en el Festival de Morelia, Kyzza y su mujer, Natalia Beristain, también directora de cine, estaban ahí. Nerviosos, claro. Igual que yo. Cuando terminó la proyección vinieron a abrazarme y a decirme que no tenía de qué preocuparme, que las escenas sexuales eran ‘elegantes’.

Respecto de la maternidad quisiera hablar sólo a título personal: siempre tuve el gusanillo de hacer de mi vida algo más de lo que en mí medio se acostumbraba entonces. Estudié la carrera y empecé a escribir de manera profesional cuando ya habían nacido los cuatro. Digamos que di la vuelta completa a un círculo para llegar, de nuevo, al punto del inicio, y concluir que lo que más me ha gustado en la vida es ser madre. Y ahora abuela de tres. Pero como mujer no es fácil asumirse en el espacio de lo público, conquistarlo, atreverse a pisarlo cuando a la vez hay que educar y cuidar de una familia. Mucho menos en México. No obstante  celebro que mis hijos varones compartan con las madres de sus hijos esa responsabilidad de igual a igual. Y que mi hija mayor (Lorena Wolffer) le enseñe a la suya, y a mí, que nada estará en su lugar hasta que en esta sociedad todas tengamos a la mano, cerquita, derecho a todos los derechos. Y que nadie, por ningún motivo, ose violentarlos.

Me parece que las escenas eróticas en el cine están muy condicionadas por ciertos clichés de belleza o edad, incluso en el así llamado cine independiente o cine de arte, y son poquísimos los filmes que lo abordan con franqueza ¿que opinas al respecto?
Coincido contigo y me parece que ése es uno de los aciertos de Miguel. Mostrar sin ambages ni subterfugios el apetito sexual de una mujer madura.

Tu eres escritora, correctora de estilo, maestra de literatura y ahora actriz; de todas estas facetas ¿cuál es la más intensa?
Todas. Esas distintas facetas se alimentan unas de otras. En la escritura, como en la actuación, uno vierte sus experiencias, las que vive en carne propia o las que imagina, que a fin de cuentas son lo mismo: hay que meterse en los zapatos del otro, ser ese otro, atravesar la angustia de un infierno, o gozar de la tibieza en el corazón.

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