Entrevista con Alfonso Herrera por El elegido

Alfonso Herrera interpreta a Ramón Mercader, el asesino del líder ruso León Trotsky, en El elegido, coproducción entre México y España que revive uno de los capítulos de la historia del trotskismo y de la oposición. Dirigida por Antonio Chavarrías, este filme de Netflix está ambientada en los años cuarenta y fue rodada en lugares como Coyoacán y el Centro Histórico de la CDMX. Esto fue lo que nos contó el actor al respecto.

¿Cómo fue la construcción de tu personaje?
Lo que exploramos fue el camino que tomó Ramón para lograr su cometido. Mucha gente no sabe qué pasó antes, en dónde estaba y cómo fue el trayecto para llegar a la CDMX y asesinar a Trotsky.

¿Te inspiraste en otros personajes?
No fue necesario. La cantidad de información que tenía Antonio era demasiada, por lo que la parte histórica era muy clara e incluso había muchas notas de cómo se comportaba Ramón en la cárcel de Lecumberri. Además el director tenía una idea muy clara de la película desde hace siete años. 

¿Qué fue lo que más te atrajo del proyecto?
La historia, el libreto bien contado, la dirección de fotografía y los actores. Creo que es un gran proyecto.

¿Cuál fue el mayor reto?
Entender que este personaje tenía dos mundos y transmitirlo; además de la parte del acento que fue un gran reto.

¿La traición es un tema importante en tu vida?
Todos en algún momento nos hemos sentido traicionados y este filme habla de eso, de cómo una persona complotea en contra de su séquito para cumplir una misión.

¿Cómo fue tu relación con Hannah Murray (coprotagonista y actriz de Game of Thrones)?

Muy buena, te puedo decir que ya es fan de los escamoles. Me tocó darle el tour al equipo, los llevé a Teotihuacán, a algunos restaurantes de la Roma y les enseñé la auténtica comida mexicana.

¿Cómo definirías tu carrera?
Me he divertido bastante, he hecho lo que he querido, desde cantar en un estadio, hacer un programa científico para televisión e interpretar a un asesino en el cine.

¿Te gustaría dirigir?
Creo que para caminar hay que aprender a gatear. Si ocurre será más adelante.