Entra en mi vida, una sátira fallida sobre los influencers

Las comedias románticas han sido un distintivo del cine comercial mexicano. En la pantalla grande podemos ver historias de telenovela con colores brillantes y personalidades reconocidas por su participacion en programas de televisión. Si bien han tenido grandes fallos cinemátográficos, también hemos podido encontrar películas donde no paras de reír y con historias o personajes con los que realmente el público general puede conectar.  Entra en mi vida es el reflejo de la sociedad actual en la que el aspiracionismo de las redes sociales y los influencers están en su mayor auge, pero se queda ahí, como un reflejo, no llega a ser una crítica, ni una parodia, ni una sátira...

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¿De qué trata Entra en mi vida? 

A Eugenia la cortó su novio, perdió el trabajo, se le fue su roomie y se escapó su perro. Ahora ella tiene un plan: Reinventarse y recuperar lo perdido. Pero también tiene el plan de compartir el proceso en redes sociales. Ahora nos tocará acompañar en Primera Persona a la improvisada “influencer” en su complejo camino de convertirse en una celebridad digital... y de paso descubrirá lo que es verdaderamente importante en la vida.

El cine comercial

Es válido crear productos para ir al cine a desconectarse un rato y no pensar mucho porque simplemente te quieres divertir, creemos que es importante considerar que el público paga por ver algo de calidad, no solo en cuestiones técnicas, si no también de contenido. Y es un grupo muy reducido el que puede llegar a las principales salas del país, por lo que es necesario hacer conciencia de lo que consumimos.

Recientemente tuvimos en salas Señora Influencer que a pesar de tener una mala publicidad, logró ser un gran acierto tratando el mismo tema, por lo que es casi inevitable tomarla como referencia y punto de comparación.

¿Qué nos pareció? 

Entra en mi vida trata de innovar con su perspectiva en primera persona, pero esto resulta agotador, ya que es la misma que tenemos todo el tiempo en nuestros celulares, por lo que verla en un gran formato casi sin descanso te hará sentir maread@.

El título es creativo, ya que te imaginarías que tiene que ver con un romance, pero en realidad hace sentido a que el espectador está entrando en la vida de la protagonista y a su vez es referencia a la canción del duo Sin Bandera, del que "Eu" es fan.

Los personajes principales son Eugenia, interpretada por Paulina Goto, quien es un retrato de una niña "fresa" de Polanco, que habla espanglish, nunca había comido tacos de carnitas y le encanta el rosa, en resumen "whitexican", su mejor amiga Natalia, interpretada por Ximena Sariñana que aunque también es fresa, está un poco más aterrizada en la realidad, Hugo Catalán da vida a Romero, que representa a los egresados de comunicación, y el stadupero e influencer Lalo Elizarrarás "Iztaparrasta" interpreta a Diego Lunas, un vendedor de tamales que se hace parte del grupo y se lleva los momentos de comedia.

La protagonista es carismática, pero todo el tiempo su energía está arriba, incluso en los momentos en los que la pasa mal, que existen personas así, pero no se siente que tenga un desarrollo de personaje, sobre todo porque nunca apaga la cámara, ni siquiera en los momentos importantes deja de grabar, y eso es contradictorio a lo que la película quiere señalar.  Es por esto que el personaje de Natalia se agradece, porque por su contexto es quien tiene el contrapeso con algunos diálogos y su situación, pero tampoco se le da la importancia suficiente como para generar un impacto y también deja su intención a medias.

Donde más se centra el foco de la película es en hacer referencias a las y los influencers del momento, cómo buscan monetizar su vida diaria y basar su convivencia en números, también en este punto se queda a medias, porque con su parodia más que criticarles, les pone en una situación aspiracionista donde dices "quiero ser como él o ella", y lo que da risa es la interpretación más que sus acciones, incluso hay un momento en el que una de las que mayor número de seguidores tiene puede lograr un cambio fuerte en la protagonista, pero en cuestión de instantes lo redirigen a un acto de sororidad y su participación pierde toda la fuerza.

También en algunos comerciales se anuncia el debut en cine de Sin Bandera, pero su participación se siente más como un vídeo músical en medio de la película y en realidad es el duo interpretándose a sí mismos con una participación mediana.

Entra en mi vida tiene una buena intención, pero no creemos que sea para un público general, habrá quienes se sientan identificad@s y a quienes les guste, pero realmente tiene muchos detalles y áreas de oportunidad, ya que su satirización se queda corta porque no le da la carga suficiente a sus contrapesos para que la historia y los personajes tengan un desarrollo, es muy rosa y muy suave con las problemáticas que presenta, es cansada de ver y a lo único que invita a reflexionar o preguntarnos es si deberíamos involucrar en todos los aspectos de nuestras vidas (incluyendo el entretenimiento) a las redes sociales y lo que pasa en la burbuja del internet. 

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