Director y guionista
El Padrino, que fue dirigida por Francis Ford Coppola, nació siendo una leyenda. Fue sorprendente que para el año de su estreno, en 1972, se le diera a un director tan joven (recordemos que Coppola había dirigido previamente tres películas, las cuales fueron un total fracaso en taquilla), la tarea de adaptar El Padrino de Mario Puzzo, un bestseller que en ese entonces ya había vendido alrededor de 10 millones de copias, convirtiéndose en un referente para la literatura gánster.
De mano de Puzzo, Coppola escribió el guion, el cual ganaría el Oscar a Mejor guion en 1972, y es que no solo implicó el cómo adaptaron la historia, sino también la creación de espacios perfectos para la improvisación de los actores. Se dice que trabajaban en habitaciones separadas y después se reunían para hablar de lo que estaban elaborando. La gran química entre el director y el escritor dio tan buen fruto que después escribirían la segunda y tercera parte de El Padrino.
Coppola estaba tan encantado por la obra de Puzzo que mandó a imprimir una versión especial con grandes márgenes para que él pudiera hacer anotaciones, dando como resultado un libro del tamaño de La Biblia.