El juicio de los 7 de Chicago
Foto: Cortesía Netflix
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El juicio de los 7 de Chicago

La nueva película de Aaron Srokin trae a la pantalla uno de los juicios más famosos de los sesenta en Estados Unidos

Stivi de Tivi
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Sorkinismo es un término utilizado para referirse a una escena que está cargada de diálogos rápidos y enérgicos, en la que los personajes —que generalmente son periodistas, genios tecnológicos o políticos— expresan de manera ingeniosa sus ideologías y pasiones mientras están en la creación de algo que probablemente cambiará la vida de quien lo está escuchando.

Esto nace en honor al guionista ganador del Oscar y Emmy, Aaron Srokin, quien gracias a proyectos como The West Wing o The Social Network ha creado su propio estilo que ahora muchos estudiantes de guionismo analizan en clase. Actualmente, Aaron tiene una nueva meta en su mente: convertirse en un respetado director y espera que El juicio de los 7 de Chicago, su nueva película, sea la que lo acerque a esto y debería, porque viene acompañado de un cast de en sueño y el respaldo de Netflix.

Lo que sería una protesta pacífica en contra de la Guerra de Vietnam se convierte en una batalla de la policía y Guardia Nacional en contra de civiles, la gran mayoría estudiantes. El filme se desarrolla entre 1968 y 1969, años en los que se lleva acabo uno de los juicios más importantes en la democracia de los Estados Unidos: siete personas son juzgadas por conspirar contra la seguridad del país, siete personas pertenecientes a diferentes movimientos sociales y con ideas contradictorias como las del intelectual Tom Hayden (Eddie Reynolds) o el líder de Black Pahnter Bobby Sale (Yahya Adbul-Mateen II), y hasta los activistas hippies Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen) y Jerry Rubin (Jeremy Strong), entre otros. Ellos deberán unir fuerza o les esperan 10 años de prisión.

El inicio de la película es frenético y desde ahí nos dicen que el ritmo nunca va a bajar su velocidad. La estructura de los tiempos (pasado, presente y futuro) es inteligente y no desperdicia ningún momento para darnos información que nos ayude a ir formando nuestras propias ideas mientras observamos lo que sucede. El problema que existe en este filme es que para ser un hecho que marcó y cambió la democracia americana le falta crudeza, carece de realidad.

Sabemos que los diálogos hechos por Sorkin son pensados de pies a cabeza, pero aquí más que respuestas creativas se necesita verdad. Cuando alguien exige sus derechos no lo hace con un juego de palabras de dos minutos y los momentos de tensión no siempre deben ser diluidos por comentarios hilarantes generalmente proporcionados por Sacha Baron Cohen (quien debería estar nominado al Oscar). De hecho sin el trabajo de todo el elenco, esta película fácil pudo convertirse en una caricatura del juicio; por ejemplo, el juez Julius Hoffman está en la delgada línea de ser la caricatura del villano ñaca ñaca, pero Frank Langella logra darle humanidad a un ser detestable y te hace olvidar que estás viendo a un actor.

Es sorprendente cómo, a 50 años de los hechos reales, este filme se siente actual y relevante por la situación a la que se enfrentó Estados Unidos este verano con el moviente “Black Lives Matter”, que llevó a miles de personas protestando en la calles por la muerte de George Floyd. Los paralelismos son innegables y esto hace que sea necesaria de verse. La película es un gran avance para Sorkin después de un mediano debut como director con Mollys Game, donde sus recursos se convierten más en charlatanería que un hilo conductor.

Aquí, el cineasta se nota con más seguridad y que empieza a tener un propio lenguaje visual. Se atreve a arriesgarse a favor de la historia (la cual él escribió y conoce muy bien porque tenía once años trabajando en ella) logrando obtener momentos poderosos que hacen que te olvides de ojear tu teléfono durante toda la película. El sorkinismo está presente como debe ser, pero parece que ya encontró más elementos para enriquecer su estilo y no encerrarse en lo que tiene más de 20 años haciendo.

El juicio de los 7 de Chicago Netflix. Estreno: Viernes 16 de octubre.

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