Entrevista a los directores de culto, Veronika Franz y Severin Fiala, por El Baño del Diablo
Fotografía: Cortesía de la distribuidora. | El Baño del Diablo.
Fotografía: Cortesía de la distribuidora.

El baño del diablo: el horror de la brujería y la opresión femenina

Un filme basado en un perturbador caso real que nos transporta al siglo XVIII para explorar los límites de la fe y la superstición.

Escrito por: Stivi de Tivi
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El dúo austriaco de directores, Veronika Franz y Severin Fiala, se ha consolidado como una de las voces más inquietantes del cine de terror contemporáneo. Con Buenas noches, mamá en 2014 y La cabaña siniestra de 2019, han demostrado una obsesión por los lazos familiares y las tensiones psicológicas que desgarran a sus personajes. Ahora regresan con El Baño del Diablo, una inquietante historia ambientada en el siglo XVIII.

La historia sigue a una joven acusada de brujería en una remota comunidad alpina. Atrapada en un mundo donde la religión y la ignorancia dictan el destino de las mujeres, su única esperanza es convencer a un sacerdote de su inocencia antes de que el fanatismo la condene.

Time Out México platicó con ambos directores sobre la inspiración detrás de la película y su fascinación por el miedo como herramienta.

Aquí te dejamos un adelanto para que no te la pierdas:

Quisiera empezar preguntando sobre las mujeres en su filmografía. ¿Creen que su filmografía es feminista? ¿Consideran que esta película, “El baño del diablo”, es feminista?

Severin Fiala: Creo que cuando empezamos a hacer una película nunca pensamos en qué mensaje queremos dejar, pero somos personas curiosas y nos llama la atención ese tema, entonces tomamos nuestra curiosidad muy en serio. Dicho esto, nos parece repulsivo cómo el cine suele presentar a las mujeres, pues las muestran como sexis o tontas, o bien como seres angelicales, casi perfectos. Nosotros nos tomamos a las mujeres en serio, y eso significa también explorar su lado oscuro. En ese sentido, creemos que es un filme feminista, porque tratamos a las mujeres con la misma profundidad que a los hombres. Son seres humanos, con todas sus piezas, necesidades y miedos.

Veronika Franz: Hablamos de melancolía y depresión, que son temas muy actuales. Lo que quería decir es que no partimos de un punto de vista feminista al inicio, pero el destino de la misma historia nos llevó allí. Estas mujeres, con quienes ahora podemos sentirnos identificadas, fueron las que nos guiaron.

¿Cómo llegó la historia de Agnes Catherine a sus manos?

Veronika Franz: Conocíamos un poco de lo que había sucedido en nuestro país y nos llamaba la atención la gran cantidad de mujeres que fueron acusadas de brujería en el siglo XVII. Investigamos todo lo ocurrido y nos concentramos en los casos donde las mujeres eran interrogadas por cometer crímenes considerados atroces. Al comprender estos casos y ver los protocolos utilizados, nos sentimos tan conectados, destrozados y, al mismo tiempo, conmovidos. Estas mujeres tuvieron que hacer cosas bárbaras para tomar el control de sus vidas y sentimientos dentro de la sociedad en la que vivían. Ese fue el punto de partida de la película, porque aunque se desarrolla en el pasado, se siente moderna y actual: son mujeres que no se sienten lo suficientemente importantes, que buscan ser buenas en su trabajo y encajar.

Severin Fiala: También está el tema de cumplir con las expectativas que la sociedad tenía para ellas. El protocolo al que se enfrenta nuestra protagonista la hace culparse todo el tiempo por no ser lo suficientemente buena, ya sea sexualmente o en su rol dentro de la sociedad. Todos le exigen ser de cierta manera. Me parecía un tema muy actual. Es darle voz a estas personas a las que nunca se les prestó atención y que, en la historia, han sido olvidadas, especialmente si se trataba de mujeres.

La salud mental es el eje central del filme. ¿Cómo trasladaron esto al horror?

Veronika Franz: Cuando leímos los protocolos de interrogación, era imposible no sentir rabia y coraje por estas mujeres. Hubo una que dijo: “Quiero irme de este mundo porque nadie me entiende”. Encontramos tanto miedo y sufrimiento… Ellas no podían explicar lo que sentían porque no había un daño físico que mostrar. Ese es el peor horror: sentirte atormentada por tus sentimientos, y si no tienes ningún conocimiento de la depresión, es como un monstruo que te devora desde adentro. Puede ser algo escalofriante, como un demonio tomando control de ti. Esos sentimientos que estas mujeres expresaron en los protocolos eran algo que queríamos reflejar en nuestro filme.

Esta exposición está llamando mucho la atención , ¿ya la visitaste?

 

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