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Dragon Ball es una historia que a varios nos ha acompañado desde nuestra infancia. Muchos tuvimos la fortuna de prender la televisión un día y ver el estreno de un animé donde un niño llamado Gokú conocía a una chica llamada Bulma, y este encuentro sería el chispazo de una aventura que, años y años después, sigue sumando personajes, experiencias y muchas peleas.
Ahora ha llegado el estreno de Dragon Ball Super: Super hero, con la que (en primer lugar) debemos resaltar la animación. Si bien las primeras entregas de la franquicia (Dragon Ball y Dragon Ball Z, por ejemplo) se lucen por la clásica visión de Toei Animation (el estudio de animación), esta película tiene detalles diferentes que sorprenderán a los fans: más dinamismo, colores brillantes, adornos modernos y muy pop. Ok, puede que la nostalgia haga a muchos pensar que esta animación se siente “extraña”, pero creemos que –para esta película– es un excelente acierto; hace que todo se sienta refrescante, al mismo tiempo que va acorde a una época donde las peleas se lucen por ser caóticas y explosivas (esto, de hecho, lo decimos como halago).
La historia, por otro lado, podría tomarse como un episodio más del animé: un enemigo a punto de despertar, cuya fuerza y arranque deben ser detenidos de inmediato, lo cual hace que todos los protagonistas deban unir sus fuerzas. Si bien la premisa no dista mucho de un arco clásico de Dragon Ball, lo que resalta son las acciones de cada uno de los personajes: Vemos un Piccolo con mucho poder y determinación que toma la dirección de toda la batalla (siempre fue un PERSONAJAZO); un Gokú y un Vegeta que siguen con una rivalidad simpática pero intensa; una Bulma cuya inteligencia y talento siguen brillando, una Pan descubriendo sus poderes, y un Gohan que debe redescubrir su instinto de batalla, el cual no surge de un odio hacia un enemigo, sino al deseo de que sus seres queridos estén bien y que nadie les haga daño. Así, más allá de una batalla, esta historia se luce por estas nuevas revelaciones personales.
Por supuesto, el factor nostalgia está a tope. Veremos a algunos personajes que conocimos hace muchísimos años, y eso siempre se reciben bien.Y para quienes deseen verla en español, cabe resaltar que el trabajo de doblaje es excelente. La película cuenta con las voces originales de Carlos Segundo como Piccolo, Mario Castañeda como Gokú, René García como Vegeta, Eduardo Garza como Krillin (¡y director de doblaje!) y ahora se une a la familia Luis Manuel Ávila, quien interpreta a Gohan (y, si nos preguntan, hace un grandioso trabajo).
Así, la película es divertida, emocionante y, si bien no agrega algo contundente a la historia que conocemos desde hace años,hará pasar un buen rato a fans, nuevos y de la vieja guardia.