El director de grandes piezas clásicas como Ocean’s Eleven (2001) y La estafa de los Logan (2017), Steven Soderbergh, vuelve con un thriller policiaco ambientado en el Detroit de 1950, con un gran elenco y que se estrena este mes directamente en la plataforma HBO Max.
Al abordar cómo las empresas automovilísticas abusaron de su poder para hacer lo que quisieran sin importar las consecuencias sociales, No Sudden Move nos atrapa a cada segundo. Ante este lanzamiento, platicamos con Don Cheadle, Benicio del Toro y David Harbor, parte del elenco, acerca de su trabajo en esta película.
Fueron una de las primeras producciones en filmar durante la pandemia. ¿Cómo vivieron esta experiencia?
Don Cheadle: Fue una fortuna crear una burbuja; cada uno de los que participó, hizo lo que le tocaba hacer en el set y afuera. Nadie trajo COVID al set, así que nunca lidiamos con eso; nunca tuvimos que parar, porque muchas producciones similares tuvieron que hacerlo. Tuvimos mucha suerte de regresar y seguir con nuestras carreras durante estos tiempos tan exigentes.
David Harbor: Estoy muy feliz de haberla hecho. Comenzamos en septiembre de 2020, y el COVID seguía bastante fuerte en Detroit, pero Steven Soderbergh fue uno de los responsables de escribir el protocolo de seguridad para filmar en Estados Unidos, así que siempre trabajó de manera segura; todos los protocolos y las restricciones se cumplieron. Tuvimos dos falsas alarmas, pero nunca cerramos el set. Aunque no tuvimos la misma calidad que solemos tener; antes nadie tenía tiempo de comer, así que entre escenas nos echábamos un sándwich de jamón con queso derramándose por todo el lugar. Me encanta eso; comer y sudar (como solíamos hacerlo), pero ahora fue un “No pueden hacer eso”. Hubo pequeñas cosas que extrañamos y la experiencia en sí misma no fue tan rica humanamente como solía ser (¡cómo ruego que sea de nuevo así!), pero hicimos una buena película y salimos de casa algunos meses. Enmi experiencia, eso ya es ganancia.
Foto: Cortesía HBO Max
¿Cómo fue trabajar con Steven Soderbergh?
David Harbor: Para mí fue puro aprendizaje, dejando algo del ego de mi personaje en algunos procesos. Al estar en Stranger Things, haciendo mucha televisión, te vuelves parte de lo que todos crean y luego, al caminar con Steven en esta película, noté que había olvidado un poco cómo se trabaja con un autor-director que realmente está a cargo de contar una historia de la que eres parte, con mucha libertad de hacer lo que quieras, pero es una visión propia. De esa forma, hubo veces en las que pensé platicar sobre otra forma de hacer las cosas, pero él ya tenía todo bien pensado. Así que tuve que sentar un poco a mi ego y seguir lo que él había planeado. Aunque fue algo aterrador porque no te daba retroalimentación, no te decía si le había gustado o algo sobre lo que estás haciendo, pero luego pensaba: “Estás en las manos de un genio. Si él no quisiera que estuvieras aquí, no estarías”. Para mí fue una gran lección
¿Cómo creen que No Sudden Move dialoga con otras películas de gánsteres?
Benicio del Toro: La película que se me viene a la mente es Casta de malditos (The Killing) de Stanley Kubrick, que se sitúa más o menos en la misma época. Encuentro algunas similitudes. Las películas de gánsteres o westerns son muy estadounidenses; la diferencia con ésta, es que te cuenta algo sobre la situación social que sucedía en ese tiempo con el racismo y la explotación de hombre contra hombre. Hay elementos de justicia social que se entretejen en la película.
¿Qué aspectos socioeconómicos de la película creen que siguen resonando?
Don Cheadle: Todos siguen vigentes. Como muchas empresas no tienen ningún interés
por lo que le sucede a la gente, algo que pasa a muchos desde el siglo XX. Habla sobre el ahora y particularmente sobre Detroit. Aún puedes ver la devastación que sufrió gracias a las compañías de autos, haciendo lo que quisieron con la ciudad, desplazando a grandes
cantidades de personas de sus tierras para expandirse.
¿De qué manera se inspiraron para crear a sus personajes?
Don Cheadle: Fuimos muy suertudos de tener un equipo de investigadores muy bueno con el que Steven ha trabajado por mucho tiempo. Trabajaron con música, fotos, gente real que vivía ahí en esa era y la Detroit en sí. Pero tuvimos el guion y esa fue la biblia. Lo hicimos desde lo que el guionista hizo y la investigación que logró. Así que confiamos en los personajes y situaciones que él escribió, y en la narrativa sobre la que nos guió.
¿Cómo fue trabajar con un elenco tan grande y renombrado?
Benicio del Toro: Conozco a la mayoría, pero no había trabajado con algunos. Es increíble. Una cosa que pasa cuando ves la película es que te das cuenta de lo que los otros actores hacían cuando tú estabas cerca, y cómo esas acciones se complementan. Eso es un gran sentimiento, cuando la ves el producto final; ver las pequeñas piezas de los personajes que viste o de los actores con los que trabajaste, tomar una trayectoria. Siempre es emocionante e increíble. Eres tan bueno como con los actores con los que trabajas. Fuimos muy suertudos de trabajar con todos estos talentos.
David Harbor: En mi caso, inicialmente fue aterrador; la verdad. Me sentí de la misma manera que tú cuando ves a Benicio del Toro o Don Cheadle en una película, gritas por dentro, y cuando te los encuentras en el elevador, tu corazón late fuerte y solo puedes pensar: “Por favor no digas nada estúpido”. Tengo tanta admiración por todos ellos, son actores fantásticos.