El director de Trainspotting, Danny Boyle, recuerda aquellos tiempos oscuros cuando las computadoras eran del tamaño de una pared, tenían luces parpadeantes y grandes rollos de cintas. “La mayoría de los lectores de Time Out no lo recordarán. Pero era algo intimidante”, dice.
“Cada que había un avance o una máquina le ganaba a un equipo de ajedrez todo el mundo decía ‘esto es el fin’. Pero en lugar del final, vino Apple para reducir la tecnología a tamaño bolsillo". El arquitecto de esta revolución digital es el tema de la nueva película de Boyle, Steve Jobs, una biopic convencional protagonizada por Michael Fassbender (Macbeth).
En el filme, Steve Jobs dice que no es un músico pero dirige una orquesta. ¿Cómo se relaciona esto en su trabajo?
Es extraño, ¿no crees? Steve Jobs no tenía conocimientos de codificación ni de ingeniería como para hablar al respecto. Tampoco era diseñador. Él sólo tenía una afición que quería imponer a todo el mundo. Tenía una visión y, de hecho, eso es lo que haces como director.
¿Antes te interesaba la vida de Jobs?
No realmente. Tuve algunos de sus productos y sabía sobre las grandes presentaciones que hacía. Logró noticias a nivel mundial. Hoy en día, cada CEO, cualquiera que sea su estilo, tiene que vestirse de manera casual, ponerse ante un micrófono y caminar frente a la prensa para mostrar su nuevo ‘cepillo de dientes’.
¿Qué te atrajo para hacer esta película si no fue el propio Jobs?
La utilización del lenguaje como un dispositivo cinematográfico. Cuando haces una película sobre un genio, siempre es complicado retratarlo. Al final, tienes que aceptar trucos que nadie, ni tú, cree; como un actor escribiendo un algoritmo en una ventana. En el fondo sabes que ese actor no lo está haciendo realmente, porque sólo un genio de las matemáticas podría hacerlo. Lo que Aaron Sorkin (guionista) hizo fue darle a los actores algo en lo que realmente son buenos: la palabra. Y él los deja jugar con eso. La forma en la que él representa la velocidad de pensamiento de esas personas genio es a través del lenguaje.
¿Por qué elegiste a Michael Fassbender?
Tiene una intensidad que se percibía fácilmente en Steve Jobs. Michael tiene el encanto que el hombre (Jobs) debería tener. Yo no veo mucha evidencia de eso, pero Michael podría encenderlo. También tuvo mucho qué ver el compromiso que él tiene como actor.
¿No quisiste optar por la ruta de las prótesis?
No. Puedes hacerlo –hoy en día puedes crear cosas impresionantes con prótesis–, pero lo que nosotros queríamos era alcanzar el nivel de ese hombre a través del guión, no de lo físico. Todos los extremos que el tipo implicaba: por un lado, los devotos de Steve Jobs; por otro lado, las personas que quedaron dañadas por su comportamiento irracional. Michael fue capaz de darle sentido a todo eso.
Steve Jobs es una película estadounidense y es tu primer rodaje después de los Juegos Olímpicos (Londres 2012, espectáculo que él dirigió). ¿Tratabas de huir de Inglaterra?
No, para nada. Estaba trabajando en un guión de Frank Cottrell Boyce sobre David Bowie –que es maravilloso, por cierro–, y esperábamos que fuera antes que Steve Jobs. Sólo que no pudimos conseguir los derechos de la música y, por consecuencia, no logramos filmarla. Estábamos en duelo, pero de repente lleguó el guión de Steve Jobs y nos sacudió.
Hablando de proyectos no realizados, Trainspotting 2 finalmente se está logrando. ¿En qué etapa se encuentra la película?
Nos iremos a Edimburgo para tallerear el guión una semana, explorar algunos lugares y sacarnos a Steve Jobs de la cabeza. Nuestro objetivo es filmar en mayo y junio del próximo año, con todos los actores del elenco original.
¿Estará basada en la secuela de Trainspotting, Porno, de Irvine Welsh?
Tiene un poco la influencia de Porno –la premisa de que los amigos se reúnen después de tiempo–, fuera de eso es bastante original. El guión es de John Hodge, quien adaptó el libro de Irvine. De hecho, Irvine está involucrado, pero también es muy amable al dejarnos la tarea de continuar por nuestra cuenta. Él está ahí todo el tiempo para cualquier consejo que necesitemos, pero no es una adaptación estricta del libro y no será llamada Porno.