Danna ha brillado desde niña en telenovelas icónicas como Amy, la niña de la mochila azul y Atrévete a soñar. Luego conquistó al mundo con Élite y, en el momento más alto de su carrera como actriz, decidió cambiar de rumbo para dedicarse por completo a la música. Ahora, en su documental Danna: Tenemos que hablar (Disney+), nos muestra el lado más íntimo de su vida: los retos detrás de su álbum Childstar, los sacrificios de su éxito y el proceso para sanar sus heridas.
Por todo esto, hablamos con Danna, quien reflexiona sobre su carrera, su vulnerabilidad y lo que significa tomar el control de su propia historia.
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La verdad es que Danna se entrevista sola ¿Cuándo surge esa necesidad tuya de tomar el control de todo?
Me encanta que lo digas porque es 100% real, yo hablo demasiado y me respondo a mí misma. Yo quería que mi álbum "Childstar" tuviera una película por todo lo que ocurrió alrededor y que marcó un momento oscuro de mi vida. Crear este disco requirió mucha terapia, mucha catarsis. Este documental arrancó cuando comenzamos la gira en Estados Unidos, en Chicago. El trabajo solo empezó a tomar su propia línea, pero yo sentía que aún le faltaba algo para poder conectarlo y relacionarlo de la manera que requería "Childstar", porque desde el momento de elegir el nombre del disco, hasta que saliera en abril de este año y que sucediera todo lo que pasó alrededor, pues para mí era emocionalmente importante tomar las riendas: creo que prefiero contarlo yo.
Entonces lo terminé editando yo junto con mi creativo. En verdad fue muy duro crear el rompecabezas para que se contará específicamente como quería, es por eso que lo elegí a través de personajes. Los personajes que han marcado mi vida, que me han formado y que han formado mi personalidad también porque creo que cada historia que he interpretado me he quedado con algo de eso y me han formado mucho hasta el punto de quiebre en donde digo ¿Quién soy? y ¿Por qué soy de esta manera?
¿Cómo encontraste esas respuestas?
Pues fue un proceso de catarsis en donde empiezo a hacer las paces con mi niñez, hablo mucho de esta metáfora que tenía yo en la cabeza de tener a mi niña en una bolita de cristal, hasta que por una sacudida de realidad se cae, se rompe y ahora la tengo que arreglar. Yo tuve que enfrentarme a mi niñez y a todas las cosas que no fueron tan bonitas. Tantas cosas que pasaron dentro de mí me hicieron entender que las reacciones, mi personalidad, mis pensamientos y oscuridad eran porque no había nunca hablado de mi niñez, entonces me dediqué a trabajar en terapia, por supuesto y al mismo tiempo a querer darle a este documental lo que a mí me hubiera gustado que saliera contando mi historia desde mi perspectiva.
Es sorprendente que hayas editado este trabajo, te muestras vulnerable en muchas ocasiones. ¿Te dio miedo incluir momentos donde lloras o donde hablas de una fuerte depresión que incluso te hizo perder peso y provocó que se te cayera el cabello?
No, la verdad no. Esa herida se fue curando, se le hizo un callo. Fueron muchos años de proceso. Los primeros cuatro fueron para crear el disco, al momento que llega el documental, yo empiezo a ver videos míos de niña juntando toda la historia, fue duro. Más que dejarme ver vulnerable creo que la vulnerabilidad es algo que forma parte de mí, la cual jamás voy a limitar porque creo que es de las cosas más bellas que puede tener el ser humano. Yo la traduzco en mi arte y a través de mis canciones y de todo lo que hago, pero fue muy poderoso, al contrario. Creo que poderte mostrar como ser humano es muy valioso y a mí me encanta porque eso me hizo también verme a mí como un humano en toda la extensión de la palabra.
Tú no conoces lo que es no ser famosa. ¿Qué implica esto y qué cosas te ha quitado, que tal vez has intentado recuperar de otra manera?
Me dio una agorafobia que empecé a generar con la gente, una la ansiedad de sentirte invadida y observada todo el tiempo. Yo soy una persona que tiene mucha ansiedad y me fue muy difícil durante muchos años hacer como que no existe y vivir con eso. Nadie te explica en realidad cómo funciona. Yo no tomaba terapia cuando estaba niña o adolescente, entonces fui creciendo y se me fue transformando más hacia algo negativo que algo positivo.
Entonces creo que hoy puedo tener una relación en paz entre mi vida personal y el ser una pop star. Es sobrellevarlo teniendo muy consciente la persona que soy yo y que la versión que la gente tenga de mí allá afuera yo no la puedo controlar. Al final creo que lo que soy es lo que importa y hoy estoy eligiendo por mí y en este documental lo explica, entonces estoy muy contenta.
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