Audaz, extravagante y llena de opulencia y exceso, Babylon de Damien Chazelle, se encuentra en algún lugar entre una carta de amor llena de adoración al viejo Hollywood y una nota escrita con un bolígrafo envenenado durante una resaca de vodka. La película sigue las trayectorias profesionales de aspirantes al cine y una superestrella del cine mudo; la estrella emergente y fiestera de Margot Robbie; el autor de la Edad de Oro de Brad Pitt; y el nuevo actor mexicano-estadounidense de Diego Calva; y el trompetista de jazz de Jovan Adepo, pero también está lleno del fantasma del pasado de Tinseltown. Figuras legendarias como Clara Bow, Harry Lloyd, Charlie Chaplin, Mary Pickford y otros grandes del pasado acechan cada momento.
El director ganador del premio Oscar por La La Land, Damien Chazelle, regresa a Los Ángeles en su nueva película Babylon, la cual nos lleva a Hollywood de los años veinte, en la que conoceremos la ambición, los excesos, los ascensos y caídas de esta época cargada de magia, glamour y depravación. El filme está protagonizado por el actor mexicano Diego Calva, el ganador del Oscar, Brad Pitt y la actriz Margot Robbie.
Platicamos con el también director de Whiplash sobre su nueva película, la fama y las películas silentes.
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¿Qué significa para ti la palabra fama en estos momentos de tu carreta? Ya ganaste un Oscar y puedes trabajar con cualquier actor que quieras, ¿Qué significa para ti?
Es una respuesta con varias complicaciones porque es como arena en las manos, se desaparece muy rápido, entonces solo debes tratar de enfocarte o bueno yo trato de enfocarme en mi próximo proyecto, en el trabajo que hago, en la película que estoy haciendo. El único valor que encuentro de un Oscar es que ayuda o abre puertas a unas que antes no se habrían. No creo que hubiera podido hacer una película con la escala de Babylon porque es una película arriesgada, sin el premio o un éxito previo, por esa razón estoy tremendamente agradecido, más allá de eso trato de enfocarme solo en el trabajo y no en las otras cosas luminosas que rodean.
En Babylon, el personaje de Brad Pitt dice que George (Lukas Hass) fue la primera persona que creyó en él. ¿Tú tuviste una persona similar? Alguien que creyó o vio en ti talento antes que nadie?
No lo sé, es difícil tratar de recordar la primera persona y porque he tenido varias que me han acompañado en mi camino que vieron algo en mí y que me empujaron, aunque a veces ni siquiera tenían que ver con el mundo del cine, por ejemplo, uno de los maestros que más me marcaron que fue como el primer mentor que he tenido era un maestro de música que conocí cuando era un adolescente y de cierta manera fue la inspiración para el personaje en Whiplash. Entonces es cómo a veces indirecto todo porque terminas aprendiendo de personas o tomando algo de personas que necesariamente no esperabas.
En tus películas, el personaje principal siempre tiene que luchar para obtener su sueño, si quiere ser una estrella de cine, trabajar en la industria o llegar a la luna. ¿Por qué te gusta hablar sobre el sufrimiento que estas personas tienen para lograr el sueño que desean?
Creo que es porque hacen más interesantes las historias de cierta manera porque les entregas un dilema donde el éxito viene de cosas que tuve que dejar o que el sueño para obtenerlo viene con costo. Entonces terminas en un lugar que a mí me parece interesante tanto en el nivel dramático como en el moral donde tienen que decidir entre que tanto obtener el oro vale la pena, ¿Qué costó estás dispuesto a aceptar? Y también qué dice eso de tu persona. Creo que es una de las razones por las que sigo atraído o gravitando en historias que están pegadas en este dilema.
Hablemos de los ojos de Diego Calva, ¿Cómo lograste que su mirada nos dijera tanto y diera sentimientos solo con los ojos? ¿Cómo lograste que sus ojos nos dieran lo que querías contarnos?
Él tiene esa única habilidad que solo los actores más grandes tienen que es usar sus ojos como ventanas al alma que realmente lo sientes en alguien, puedes ver sus sentimientos más internos y también sus dudas y miedos, sus esperanzas y sueños. Con eso no necesitas decir muchos diálogos y eso es algo que también podemos aprender en las películas silentes y los trabajos que se hacían en esa era que sin ningún diálogo podías expresar tanto con la actuación adecuada con la cámara en una buena distancia a la cara y esa es la belleza del cine y que solamente el cine puede hacer. No lo puede hacer la literatura o el teatro porque estás alejado del actor. El poder de los ojos de cierta manera es el mejor efecto especial que el cine ha tenido.
