En un pueblo de solado de Argentina, dos hermanos descubren que uno de los habitantes ha sido poseído por un demonio por lo que tratarán de deshacerse de él, pero solo liberan toda la maldad de esta criatura creando un infierno en el lugar y ahora deben de seguir unas reglas para poder detenerlo y no permitir que llegue a una zona más poblada. Esta es la trama de Cuando acecha la maldad, nueva película del realizador argentino Demián Rugna, quien hace un par de años sorprendió con Aterrados. Este nuevo filme se presentó en la pasada edición del festival internacional de cine de Toronto obteniendo excelentes críticas y ganó en el prestigioso Festival de Sitges el premio a Mejor Película. Ahora llega a la cartelera mexicana dispuesta a aterrorizar a todos los espectadores.
Platicamos con Demián Rugna sobre esta película que ya es la cuarta más taquillera del género de terror en Argentina, en Estados Unidos se puede disfrutar en la plataforma Shudder y ya la encontramos en cines mexicanos.
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En tus trabajos existe una fuerte presencia infantil, ¿a qué se debe?
¿Te digo la verdad? Yo no soy padre y tampoco estoy en búsqueda de serlo. Yo creo que tiene algo que ver con eso. Nos han vendido que los niños pueden ser lo más maravilloso que puedes tener en la vida a pesar de las problemáticas que ellos acarrean, entonces la película juego con eso, con la ternura y lo demoníaco que tienen los niños. Fíjate que en la mayoría de las películas de terror existen los niños porque necesitas tener a alguien a quien salvar, excepto en las mías donde ellos son el problema.
¿Cuáles son los riesgos de hacer cine de terror?
Tienen muchísimos, el más obvio es que te queda mal la película y además de que debes tener la conciencia de que tu competencia es Hollywood, puedes hacer drama o comedia y el público no tiene problema, pero si es cine fantástico o de terror debes de competir contra “Star Wars” o la nueva de El Conjuro, entonces debes competir contra una industria tan gigantesca “mercadotécnicamente” hablando. Si algo te sale mal no te lo van a perdonar porque los asistentes saben encontrar las fallas técnicas o de guión y se molestan porque la entrada es la misma que estas super producciones y su nivel de tolerancia con el cine nacional o latino es menor. En Argentina al público le cuesta trabajo asistir a ver películas de fantasía o terror que otras más, no sé si en México sucede lo mismo.
¿Y justo ese riesgo no te hace dudar en llevar tus historias a lugares perversos o poco explorados?
Todo lo contrario, para mí la apuesta siempre es doble y si mínimo una persona la va a ver que vea algo que no está acostumbrado para que vaya y le cuente a los demás. Esta es la película que yo quería hacer y tuve la fortuna de que los productores me apoyaran creativamente. Es la historia que yo quería contar y que yo hubiera querido ir al cine, siempre trabajo pensando en si esta es la película por la cual yo pagaría un boleto.
Existen pocos guionistas que pueden dirigir su material, ¿Qué tan fácil o difícil ha sido cumplir esta regla en la que solo has dirigido películas escritas por ti?
Esa ha sido mi firma y mi estilo como realizador. Intento en mis guiones explorar universos personales o genuinos. Es algo que intento. Me siento cómodo con mis historias. Ya llevo seis que he escrito y que ahora son películas. Hasta el momento no he encontrado una historia de alguien más que me represente por lo que seguiré escribiendo y dirigiendo mientras pueda tener esa suerte.
Cuando una película sobrepasa el cine y se convierte en algo que forma parte de la cultura pop eso quiere decir que es un éxito y en este filme sucede con la palabra “Embichados” que ya con mis amigos la estamos usando, ¿De dónde viene? ¿Fue creado?
Fíjate que fuera un mito popular en Argentina, pero es un invento mío, toda esta mitología viene de mi mente. Este término es muy loco porque en verdad la denominación de poseído en mi país es encarnado que significa que algo externo está formando carne dentro tuyo. Cuando nosotros trabajamos con los actores les dimos un lenguaje que se usa solo en el sur de mi país donde siempre cambian palabras a las que usamos en Buenos Aires. Entonces de ahí salió “embichado” que es como le dirían popularmente en este pueblo, funcionó mucho y la gente lo acopló. Tristemente en otros mercados como el de Estados Unidos no encontramos una palabra adecuada para “embichados” y le terminaron poniendo “Rotten” que es podrido y no tiene la misma fuerza.
Como última pregunta, tu nombre estuvo por un tiempo ligado al del director mexicano Guillermo del Toro, ¿Qué sucedió con esos proyectos y las colaboraciones que estaban planeando?
Fue un momento muy lindo cuando Del Toro me buscó para hacer un remake de mi película Aterrados en Estados Unidos. Nosotros estábamos en el proceso del guión y ya teníamos un estudio que era FOX que la iba a producir cuando llegó la compra de Disney que detuvo esta y las demás películas, después cayó la pandemia y duró mucho por lo que todos los proyectos se fueron postergando hasta que Guillermo dejó esta productora para irse a trabajar a Netflix, los derechos del contrato se vencieron y nos quedamos sin nada lamentablemente.
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