Avatar: The Way of Water
Foto: Cortesía Warner Bros. Pictures
Foto: Cortesía Warner Bros. Pictures

Avatar: The Way of Water, el regreso al planeta azul del director James Cameron

Después de 13 años de Avatar, la película más taquillera de la historia, regresa para presentar su segunda entrega

Stivi de Tivi
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El ganador del Oscar, James Cameron, nunca movió el dedo del renglón, desde que estrenó Avatar en 2009. Dijo que quería hacer toda una franquicia de esta película, pero que le tomaría tiempo porque la tecnología todavía no estaba tan avanzada para que se viera como él deseaba. El tiempo de espera hizo que el público empezará a olvidarse de la película más taquillera de la historia por el regreso de Star Wars, la invasión de superhéroes y las plataformas. Esta semana estrena Avatar: El Camino del Agua que está dispuesta no solo a obtener el primer lugar en la taquilla sino ahora sí dar el inicio a toda la franquicia, ¿Lo logrará? 

Los protagonistas de la película anterior, Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña), viven un periodo de paz en Pandora y como no tiene televisión se la pasan teniendo hijos sin parar. Todo es felicidad hasta que los humanos regresan con una sorpresa: la memoria del coronel Miles (Stephen Lang) fue implantada al cuerpo de un avatar y ahora tiene toda su fuerza y habilidades. La familia Sully decide dejar el bosque para escapar de los malos y encuentran refugio con los Metkayina, una tribu marina con un estilo de vida y mitología distinta a la que conocen los protagonistas.

Avatar revolucionó la industria cinematográfica con sus avances tecnológicos, digitales y distribución, pero ya pasaron 13 años y el mundo cinematográfico ha cambiado, aunque visualmente la secuela tiene mucho que ofrecer y crear un parteaguas para el futuro del cine, su narrativa y desarrollo se siente anticuado, tal parece que Cameron no vio cine durante el tiempo que trabajó en esta franquicia sin darse cuenta que el lenguaje ha cambiado y la manera de consumir también. El guion es bastante básico, pero también lo fue el de la primera entrega. James Cameron no desea entregarnos algo complejo, lo que le interesa es darnos un espectáculo de evasión con una historia simple con la que todos se pueden identificar: personajes que deben proteger a sus seres queridos o cuidar a su familia. De hecho, los protagonistas de la original dejan de tener un propósito propio, todo en ellos es ser papás y cuidar a sus hijos. Los jóvenes y niños son los que le dan un sentido aventurero a la película por su curiosidad recordándonos un poco a filmes de antaño como Los Goonies (1985) y Querida encogí a los Niños (1989). 

Tres horas con quince minutos es la duración de Avatar: El Camino del Agua y tu trasero lo siente, pero sorprendentemente tu imaginación no. La película es extremadamente entretenida, bueno el primer acto que es el de introducción puede ser pesado porque son muchas cosas al mismo tiempo causando que entrar a ella te pueda costar, pero una vez que llegas al mundo acuático ya eres uno con la película y el premio mayor llega con la última hora que es un espectáculo cargado de acción, drama y suspenso, definitivamente este director sabe como mover las emociones del espectador y tenernos en sus manos. Hasta tenemos pequeños guiños a sus grandes clásicos como Aliens y Titanic.

La secuela de Avatar es ambiciosa, en momentos rara, pero hipnóticamente bella y sube la vara al cine digital como solo la primera entrega lo había logrado. Si bien no es la mejor secuela de James Cameron (Terminator 2) sí es una experiencia cinematográfica que disfrutaran las masas con un importante mensaje ambiental que alentará a personas a empezar a querer cuidar los océanos y su vida marina. Esta es una película es una descarada amenaza a Hollywood para recordarle que James Cameron sigue siendo el rey del mundo y no quiero dejarle el trono a nadie por lo cual deja preguntas abiertas para lo que podría ser su tercera, cuarta y quinta entrega. No estaba seguro de que quería regresar a Pandora, pero una vez ahí me sentí cómodo y con la boca abierta por toda la magia entregada. La pregunta es, ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que el público vuelva a olvidar la franquicia de Avatar?

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