A pesar de que la Filmoteca funge como una gran caja fuerte de miles de películas, fotografías, carteles, libros y guiones, ésta siempre tiene las puertas abiertas para compartir lo que resguarda en su interior. Tal como destaca la UNESCO, el patrimonio audiovisual no sólo debe ser protegido, sino que debe priorizarse su difusión; perspectiva que comparte la Filmoteca UNAM.
Para la encargada del Departamento de Documentación, Antonia Rojas, la divulgación de materiales cinematográficos es fundamental para la memoria audiovisual: “todo el trabajo de catalogar, clasificar, restaurar, preservar y conservar cobra sentido en el momento que hay alguien que tiene acceso a él”, destaca. Si bien la restauración y conservación es una labor ardua y costosa, ser testigo de materiales originales inéditos y ofrecer a las personas las herramientas necesarias para sus proyectos, hacen del trabajo una actividad aún más disfrutable, comenta Antonia Rojas.
Rojas además menciona que la importancia del patrimonio audiovisual radica en la posibilidad de acercarse a una memoria más fiel y rica del paso del tiempo. Es por eso que considera a las imágenes en movimiento como el documento más importante que poseen en la Filmoteca. Ya sean grandes largometrajes o películas más caseras consideradas “malas”, todas brindan un contexto a detalle de la época en la que se filmaron y al cual podemos acceder a través de ellas.
Aunque han sido meses en los que no ha recibido visitas, la institución ha compartido su material de manera virtual a través de la digitalización de su acervo y ha realizado charlas, proyecciones de películas y festivales accesibles desde casa con la intención de continuar con su objetivo de difusión.
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