Con uno de los traslados más afortunados de un título al español, Alien, el octavo pasajero es un clásico de la cinematografía al combinar a la perfección el terror con la ciencia ficción, y entregar así una franquicia con su propia mitología en cómics y videojuegos. La premisa de la cinta gira alrededor de una tripulación y su intento por impedir que una letal criatura extraterrestre llegue a la Tierra.
Varias incógnitas dejó la sugerente y compleja Prometeo en 2012, la primera de las precuelas programadas para reactivar la saga. Afortunadamente, este año llega Alien: Covenant, una superproducción en la que de la mano de Ridley Scott —creador de la criatura y también director de las dos películas antes mencionadas—, iremos nuevamente hacia los umbrales de la galaxia para atestiguar cómo encajan cada una de las piezas, en una trama que nos revelará el origen de uno de los monstruos más populares del cine.
Los protagonistas son los tripulantes de la nave Covenant, que en su afán de encontrar lo que consideran un paraíso inexplorado, llegarán a un planeta en donde les espera el único y sintético sobreviviente de la expedición Prometeo y el horror más grande del espacio profundo.
Antes de que llegue la nueva entrega a las salas de cine, damos un vistazo a su historia.
Basada en un diseño del artista suiza H. R. Giger, la criatura es oficialmente conocida como Xenomorfo, esta especie tiene cierto nivel de inteligencia, aunque su comportamiento obedece a su naturaleza animal.
Entre sus habilidades está una gran fuerza y resistencia, adhesión a las superficies y resistencia a altas temperaturas. Aunque le teme por instinto al fuego, a través de la transmisión genética, adquiere características de los organismos que usan para incubar.
Ridley Scott es también responsable de la obra de culto Blade Runner, referencia obligada dentro del subgénero de ciencia ficción ciberpunk. El británico ha sido nominado en tres ocasiones a los Premios Oscar por los filmes Gladiador, La caída del halcón negro y Misión rescate.
Años antes de los sucesos que se narran en Alien, el octavo pasajero, la nave Covenant llega a un planeta inexplorado ubicado en lo más remoto de la constelación. Ahí sus pasajeros se encuentran con un peculiar habitante de nombre David, el único sobreviviente de la tripulación de la nave conocida como Prometeo, protagonista de la película del mismo nombre.
Esta segunda precuela se ubica entre Prometeo y Alien, el octavo pasajero. Tendrá como misión definir el origen y progresión de la bestia.
El androide David es interpretado por Michael Fassbender, conocido por películas como X Men: primera generación y la adaptación de Macbeth. Uno de sus roles principales lo lleva James Franco, quien ha participado en Spring Breakers: viviendo al límite y 127 horas.
Sin olvidar la participación del mexicano Demián Bichir, quien ha filmado en Hollywood con Quentin Tarantino y Robert Rodriguez.
También la londinense Katherine Waterson— directo de la reciente Animales Fantásticos y dónde encontrarlos.
Filmada sin tener los efectos digitales como principal recurso en los célebres parajes de Nueva Zelanda, este filme cuenta con escenarios utilizados en la trilogía de El señor de los anillos.
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