Alguien tiene que morir, la nueva serie de Manolo Caro
Foto: Cortesía Netflix
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Alguien tiene que morir

Manolo Caro vuelve a la pantalla chica, junto a Netflix y Cecilia Suárez, para presentar su primer drama en miniserie

Gil Camargo
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Todo lo que toca Manolo Caro se convierte en oro; ya sea el reboot de una película —Perfectos desconocidos—, una serie o una obra de teatro, el director mexicano se ha convertido en uno de los cineastas más famosos de los últimos años. Su paleta de color, sus extraños personajes y su obsesión con actrices como Cecilia Suárez —¡ya suéltala!— y Mariana Treviño se han convertido en elementos distintivos de sus proyectos.

Después de cerrar oficialmente La casa de las flores, vuelve con Alguien tiene que morir, una miniserie que se desarrolla en España durante los cincuenta. La historia nos presenta a Gabino (Alejandro Speitzer), un joven que vuelve a su natal España después de estudiar varios años en México. Al llegar a su casa, no solo se enfrentará a los reclamos de su familia, traerá bastantes problemas porque llegará con su amigo Lázaro —el debut en la actuación de Isaac Hernández—, un bailarín que se enfrentará al clasismo y los prejuicios, creando problemas a Gabino.

Este es el primer acercamiento de Manolo Caro al género dramático y lo hizo a la perfección. Las locaciones se convierten en personajes que soportan la historia y las actuaciones no se quedan a trás: Carmen Maura, la abuela Amparo, es una de las villanas más horribles que hemos visto en Netflix, y Cecilia Suárez —quien de nueva, nueva, nueva cuenta trabaja con Caro— no se queda atrás con su interpretación de Mina, una mexicana que va de viaje a Europa, conoce a Gregorio (Ernesto Alterio) y se queda en España; sí, ella es la madre de Gabino.

Claro que además de la experiencia histriónica del elenco, las increíbles actuaciones de Alguien tiene que morir se deben a que los personajes están bien delineados y cada uno tiene una historia que nos da más información sobre sus acciones.

La serie entreteje exitosamente temas como la homofóbia, el clasismo, el racismo y hasta algunos tabúes de la España durante el Franquismo. Vale precisar que Manolo Caro no profundiza en el episodio histórico; éste solo sirve como contexto para el desarrollo de una subtrama. A pesar de que contó con la colaboración y expertiz del guionista español Fernando Pérez, fue un gran acierto no darle tanto peso a ese punto.

Manolo explota perfectamente los elementos que tiene; desde los actores hasta los vestuarios y locaciones y presentan una serie que te mantendrá pégado a la pantalla los tres capítulos consecutivos. Sin duda querrás que el director deje a un lado la comedia y experimente más con este tipo de contenidos.

Alguien tiene que morir Netflix. Estreno: Viernes 16 de octubre.

Recomendado: Entrevista con Manolo Caro sobre Alguien tiene que morir.

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