Chernóbil HBO
Foto: Cortesía IMDB
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5 razones por las que nos gustó Chernobyl

¿Por qué todos están hablando de Chernobyl? Aquí te damos las razones por las que nos gustó tanto esta miniserie de HBO

Ángel Arroyo
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Una de las más grandes sorpresas de la televisión este año es la miniserie Chernobyl de HBO. Su enorme calidad y manera de cortarnos el mayor desastre nuclear de la historia, hizo que viéramos y entendiéramos esta tragedia, así como que conociéramos a algunos de los héroes que, sin temor a exagerar, salvaron Europa.

Compuesta solo por cinco episodios, este drama con tintes de terror relata lo sucedido en la central nuclear de Chernóbil antes, durante y después de la explosión que aterrorizó todo un continente. Producida por HBO, Chernobyl no le pide nada a una película de gran presupuesto pues cada una de las escenas se ve y se siente como si hubiera sido grabada en los ochenta.

Gracias a su temática, a su forma de contarla y a sus actuaciones —con la extraordinaria Emily Watson—, esta miniserie ha llamado la atención de todos los públicos y por eso ahora te contamos las razones por las que Chernobyl nos gustó tanto.

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5 razones por las que nos gustó Chernóbil

5. Su realismo

Aunque ya existen documentales sobre el desastre de Chernóbil, como La batalla de Chernóbil (2006) o En la ciudad del fin del mundo (2013), ver la puesta en escena que se realiza en esta miniserie es abrumador y muy necesario para entender el nivel de la catástrofe.

Desde los escenarios y vestuario que nos adentran en la época, hasta detalles de cómo los niños de la URSS iban a la escuela de lunes a sábado, a esta serie no se le escapa nada y relata casi todo con un apego minucioso a la realidad.

Quizá la mayor libertad creativa que se toma es la creación del personaje de la científica Ulana Khomyuk, quien representa a todos los científicos que ayudaron a entender el accidente.

4. Por recordar a las víctimas

Por desgracia, muchos reportajes, noticias y documentales que hablaron de la tragedia de Chernóbil se enfocaron solo en los fallos técnicos y humanos del reactor.

En cambio, esta miniserie cuenta en la historia de Lyudmilla Ignatenko —la esposa de uno de los bomberos que apagaron el fuego de la central— el verdadero dolor de tantas familias que no solo perdieron su hogar sino a sus seres queridos.

Este relato abre el libro Voces de Chernóbil de la ganadora del Nobel de literatura, Svetlana Aleksiévich y el guionista de la serie, Craig Mazin, lo adaptó para mostrar parte del profundo dolor que muchos experimentaron sin caer en la conmiseración.

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3.  Nos recuerda que las personas con autoridad no son incuestionables

Uno de los puntos centrales de la serie es que los científicos como Valery Legásov y Ulana Khomyuk tienen que cuestionar constantemente a sus superiores burócratas. Estos últimos minimizan el accidente con regularidad y tienden a proceder con mucha imprudencia. Legásov, con maneras burdas y algo torpes pero efectivas, hace entender a sus superiores a lo que se enfrentan aunque ellos en principio lo menospreciaran.

En otra escena, Ulana Khomyak intenta hacer caer en razón al regidor de una zona contaminada para que evacue; él se niega argumentando que son puntos de vista distintos nada más y que él tenía la última palabra. En estos tiempos en los que muchos gobernantes creen tener la razón solo por el puesto que ostentan, esta serie nos recuerda que los hechos y la ciencia son la mejor herramienta contra la insensatez.

2. Su forma de explicar lo ocurrido

Lo cierto es que muy pocos saben cómo funciona un reactor nuclear o qué sucedió con exactitud el 26 de abril de 1986 en Chernóbil. Y es que al tratar de explicarlo sería muy fácil confundirnos por la complejidad de los términos que se usan, pero en Chernobyl encuentran diversas formas de explicarlo sin ser abrumador o incompresible.

Se siente natural que Legásov le explique a su superior, Boris Shcherbina (quien no sabe nada de energía nuclear), cómo funciona un reactor, y al mismo tiempo el público lo entiende. También se siente muy orgánico que los científicos expliquen con diagramas y tarjetas la sucesión de eventos que llevaron a la catástrofe en medio de un juicio.

Al final de la serie no solo sabrás lo que ocurrió aquel día, sino que también entenderás vagamente cómo funciona un reactor nuclear gracias a la sencillez con la que te explican.

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1. Sus excelentes actuaciones

Esta miniserie destaca tanto por su diseño y fotografía sombríos, como por su excelente elenco. Este incluye a Jared Harris como Valery Legásov —a quien recordaremos por Mad Men; The Crowd o El curioso caso de Benjamin Button (2008)—, Stellan Skarsgård como el burócrata Boris Shcherbina —que interpretó el doctor Erik Selvig en Thor (2011)— y Emily Watson como Ulana Khomyuk.

Cada aparición de Harris como el torpe pero brillante y moralmente cuestionable Legásov trae cierto descanso en este mundo lleno de incompetentes y necios; mientras que Skarsgård hace de un político que en principio es fiel a su partido y nunca cuestionaría nada de éste, pero que, mientras avanza la serie, lo vemos ser más crítico con todo el sistema del que forma parte.

Y es imposible olvidar la actuación de Emily Watson, una investigadora que nos enseña la verdad, pero también funge como la conciencia de Legásov que lo orilla a hacer lo correcto. Es un despliegue actoral impresionante e imperdible de ver si te gustan los dramas sombríos y ligeramente aterradores.

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