Top 3 para no pasarla sin pareja

(o al menos para un one night stand)

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  • Gay y lésbico
  • Zona Rosa
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Si tienes ganas de bailar hasta el amanecer, Rico es el nuevo lugar en la Juárez para hacerlo. La mitad de la semana este enorme lugar se utiliza para todo tipo de eventos, pero en cuanto llega la noche del jueves, Niza 45 se convierte en Rico, un espacio con dos ambientes diferentes para darle gusto a toda la comunidad LGBTTTI. 

Lo primero que te encuentras al cruzar la puerta son carteles de luces neón, espejos, cortinas y estroboscopios. En la planta baja todo se trata sobre saber perrear, pues el reguetón es lo que impera. Al subir por la escalera, te encuentras en el segundo ambiente que es un poco más alternativo, pues lo mismo suenan Selena con Los Dinos, que Debbie Harry con Blondie, además de ser este el espacio que destinan para hacer eventos especiales y noches de homenaje.

En Rico puedes encontrarte a todos los protagonistas de las noches LGBT+ en la Ciudad de México: artistas, drag queens y oficinistas, todos están invitados a pasar una noche espectacular en este sitio que cada noche está a reventar.

La barra no dista mucho de los sitios aledaños de Zona Rosa, pues la cerveza es la reina de la casa, pero acércate a su infame barra y prueba sus tragos mezclados. Un consejo de fiestero profesional es quedarte cerca de alguna barra, pues de repente y sin previo aviso sueltan promociones y hasta algunas chelas gratis.

Si te gusta empezar temprano la fiesta, este bar gay abre sus puertas a las 7pm y lo mejor es que no pagas cover; si te gusta llegar elegantemente tarde, pasando las 11pm pagarás $50 pesos para acceder a uno de los espacios más prometedores para la comunidad LGBTTTI en la CDMX.

Si todavía no te provoca ir a Rico, te contamos que el lugar cuenta con un área de fumar en la terraza, y aunque sus puertas cierran a las 3am, la fiesta se prolonga hasta que los primeros rayos de sol te saludan. 

Recomendado: Nuevos antros y bares gay que debes visitar en la CDMX

  • Gay y lésbico
  • Zona Rosa
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Baby
Baby

Baby es un club que recién abrió sus puertas sobre la calle de Londres, a tan sólo unos cuantos pasos de Insurgentes y cuyo mejor atributo es su sencillez.

De entrada sencilla y cover de $50, se trata de un amplio corredor convertido en antro de pisos de duela, neones rosas, videos de los éxitos del momento, unicornios en la paredes y reguetón al por mayor, aunque también sueltan por ahí éxitos pop y alternativos con los beats necesarios para sacudir las caderas, como hits de los Kuryaki and The Valderramas que no captan del todo bien los millenials.

Si habría que describir a Baby bastan dos palabras: barato y fresco. El personal es amable. No hay lujos pero si mucha diversión. Las cervezas andan en los $20, la coctelería, como un gin tonic, sale en $70.

La gente en realidad va programada para bailar y ligar sin tanta pose, aunque un poco pasados de ingenuos. Al menos el día que fui me tocó ver a un par de voguers sacando la artillería bailable, lo que dio un toque divertido. Me llamó la atención que hay más chicas que en los antros gays promedio, lo que le da un auténtico ambiente de diversidad.

Es una muy buena opción para sin pretensiones puesto que los únicos banquillos y mesas disponibles están en el patio, que es el área de fumar.

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  • Gay y lésbico
  • Condesa
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Puede ser que aquí casi todo es garantía: diversión, tragos, ligues, porno. Incluso sexo. Y es que cuando las cervezas hacen efecto, se tiene que pasar forzosamente por el cuarto oscuro para llegar al baño. No hay de otra. Por si esto les sirve de advertencia. O anzuelo. Se ubica en una cautelosa entrada sobre Insurgentes, poco antes de la esquina con Michoacán. Para muchos es un destino conocido, pero las nuevas generaciones, quizás aquellos que tengan menos de 24 años, podrán reconocerlo por sus puertas plegables tipo cantina norteña. El Tom’s ya se ha ganado el estatus de un antro clásico, sin duda, con una identidad que hasta el día de hoy no ha logrado ser emulada con acierto, ni en el ambiente ni en la cachondería. Único sobreviviente de aquellos clubs de la segunda mitad de los 90 que proponían una opción atrevida y exhibicionista para hombres a los que bailar y comadrear al mismo tiempo no es precisamente su definición de ser homosexual, como lo fueron el mítico Taller, en Florencia, o La Estación, en Londres, en la Zona Rosa.  Por dentro es una bóveda con un techo intensamente elevado y vigas de tipo gótico. La decoración recuerda algún set de Gladiador de Ridley Scott en penumbras y con sugerentes pinturas de hombres dentro de marcos dorados, además de otras ilustraciones. De la parte alta derecha cuelgan varias banderas. La iluminación es a base de lámparas a media luz y velas en candelabros. Está distribuido a manera de corredor con dos barras para servir tragos e
  • Gay y lésbico
  • Zona Rosa
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cuentan los rumores noctámbulos de la vida gay que el mejor día para visitar La Suite es el jueves a partir de las seis de la tarde, hora en la que arrancan sudorosas fiestas exclusivas para hombres. Una vez dentro hay que despojarse del pudor (y de un poco más). El primo de un amigo nos contó que se ponen bastante agitadas, sobre todo en la parte de la terraza. Quizás, cuando la temperatura es más fuerte que los decibeles, no importa tanto que el sonido esté mal ecualizado y las instalaciones no sean precisamente elegantes. Es un local de tres niveles que satisface la demanda de un público gay poco exigente. Aunque hay cadena, sólo es una señal equívoca de su interior cero pretencioso. Los tragos no escapan al rango de la Zona Rosa: cervezas de 35 pesos y tragos desde 55 pesos.  Los fines de semana La Suite es mixta. Entrar cuesta 75 pesos porque tienen DJs invitados. A diferencia de otros sitios, los chicos solitarios son bastantes y entablar comunicación es fácil, por lo que ligar es parte de su oferta.
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  • Gay y lésbico
  • Roma
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La leyenda cuenta que quienes se atreven a entrar a este concepto que arranca a las 10 de la noche en domingo, terminan por buscar un after party en pleno lunes a eso de las 7 de la mañana, mientras el resto de los mortales se ajusta la corbata, a punto de salir a la oficina. En otras palabras: no es para cualquiera. Elektrosundays son fiestas organizadas por los administradores del Hibrido, aquel club que se encontraba al interior de la Plaza del Ángel en la Zona Rosa y que hace un par de meses cerró sus puertas, para dedicarse exclusivamente a la diversión de los domingos y sus noches. Suceden dentro de las instalaciones del Venue, un foro que combina las dimensiones de un cine antiguo con la tecnología y las luces de un antro grande. Con este mix logran convocar de 600 a 800 personas cada domingo. La música se compone por sesiones de circuit y pop de ayer y hoy. Los organizadores se encargan de buscar buenos djs en distintos puntos del país, por lo que la presencia de hombres y chicas provenientes de Guadalajara, Monterrey o Aguascalientes es constante. No obstante cada domingo cuentan con la presencia de Lester García, Iván Orta, Viktor Gi y Christian Quiroz; sus residentes. La entrada es de 100 pesos y los tragos son económicos: 30 pesos las cervezas y sus respectivas cubetas de 10 por 250, también hay vodkas, rones y tequilas a partir de 60 pesos,que aumentan de precio de acuerdo a la nacionalidad y marca. Pueden solicitar cortesías llamando a Mauricio Torres o enviando
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