¿Cuál es el lenguaje de los mejores mixólogos de la CDMX? Un coctel memorable. Y para hacerlo se requiere dominio total de una barra, sus ingredientes y por supuesto, creatividad. Estos elementos, además de haberlos encontrado en los 20 mejores bares de la CDMX, lo agradecemos en los mejores bares de coctelería de la Ciudad de México.
De Polanco hasta la Cuauhtémoc, prueba tragos clásicos y otros de toque más exótico —como casi todos los cocteles de autor— una selección que te hará vivir lo mejor de las 24 horas en la Ciudad de México bajo efectos de un buen coctel.
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El número 10 en la lista The World's 50 Best Bars y veterano que trabaja con la astringencia latina. Es uno de los primeros bares en la CDMX que ofreció una experiencia alejada de los cocteles que no van más allá de un martini.
Prueba: La margarita de pastor.
El menú fue creado por Mica Rousseau, el mejor bartender de México 2016. Las bebidas cruzan la línea de extravagancia y experimentación. Es el bar número 45 en el listado de The World's 50 Best Bars, ubicado al interior del Four Seasons Hotel, en Reforma.
Prueba: Bugs Bunny (gin, jugo de zanahoria, jarabe de limón, jugo de limón, bitter de tres chiles, fernet y sal).
Este bar es un categórico speakeasy, se descubre sólo de boca en boca. Hay comida diseñada por el chef Maycoll Calderón (Huset, Olenna) y una maravillosa disposición de "Pollo" tras la barra. Actualmente #65 entre los Best Bars 2019.
Prueba: Si está en el menú, imperdible el Bohemian Rhapsody: licor de jazmín, vodka, champaña y agua de rosa.
Es elegante y surreal, desde el restaurante que simula un patio con patrones circulares hacia la pared y el techo, hasta la terraza Tigre Rooftop Bar, en donde Ramón Tovar es el mixólogo en jefe.
Prueba: Laurel: gin, mermelada de frambuesa, laurel, top de agua quina y limón.
Este club social para beber tiene coctelería experimental y nueve barricas con licor añejo que cumple con las expectativas de los amantes del trago clásico. Los bartenders hacen malabares tras la barra y salen creaciones como tinas de baño, o pájaros con bebidas de colores chillantes.
Prueba: Yellow bird: ron, jugo de piña, limón y crema de banana que se siente cremosa y balanceada gracias al licor de hierbas.
El gin es uno de los destilados favoritos por su frescura, su suavidad y las benévolas bayitas de enebro de las que está hecho y que, desde épocas ancestrales, se consideran medicinales. Así que podemos concluir que Gin Gin es una suerte de botica disfrazada de bar, cuya carta presume una gran variedad de pócimas curativas en forma de gin tonics.
Prueba: Vellocino de oro: gin, aceitunas, romero, aceite y rodajas de limón griego y agua tónica.
Un lugar pequeño y de menú corto, cuyos cocteles de temporada suelen cambiar con frecuencia, pero si tienes suerte te puedes encontrar con su versión del clásico sazerac, que aquí se sirve con mezcal.
Prueba: Dejamos este campo pendiente para que nos sorprendan con sus tragos. A veces llevan matcha, a veces clavo y canela, y en otras ocasiones kombucha.
Detalles en cada rincón, aromas de incienso y una barra tan extensa como su talento. Así es el espíritu de Xaman, este bar en la Juárez que por un lado está oculto y al mismo tiempo forma parte de la metrópoli salvaje; la única referencia para encontrarlo es un letrero discreto que se deja ver al pie de unas escaleras.
Prueba: Divinidad: Pox Casanaam macerado con granos de cacao, jarabe panela con canela, cold brew café, cocoa en polvo.
High-Fi Analog Cocktail Bar, o lo que es lo mismo: un bar de coctelería con viniles. Un manifiesto en cocteles de autor a base de ingredientes naturales y destilados variados. Predomina el minimalismo entre la muy ordenada barra y la simetría del mobiliario.
Prueba: Unsaid: whisky, fresa quemada y té de oolong gasificado.
Maison Artemisia, un bar exclusivamente dedicado al licor de ajenjo, hinojo y anís. La casa porfiriana restaurada ofrece la experiencia de una noche completa que comienza en su restaurante.
Prueba: Estelar: gin botánico, mandarina, manzanilla, tintura de lúpulo, agua tónica.
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