1. Foto: Alejandra Carbajal
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Reseña

Tokyo Music Bar

4 de 5 estrellas
Bebidas servidas en vasos tallados traídos de Japón y viniles de la elección personal de Edo Kobayashi: bienvenido a Tokyo Music Bar en la Cuauhtémoc.
  • Bares y cantinas | Coctelerías
  • Cuauhtémoc
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

High-Fi Analog Cocktail Bar, o lo que es lo mismo: un bar de coctelería con viniles. Tokyo Music Bar es un elemento sumado a la carta de Edo Kobayashi, ubicado cara a cara con Emília, el restaurante del chef Lucho Martínez; un manifiesto en cocteles de autor a base de ingredientes naturales y destilados variados.

Predomina el minimalismo entre la muy ordenada barra y la simetría del mobiliario: sillas y sillones rosa claro, redondas y rectangulares, entre mesas negras y detalles cobrizos. La tenue iluminación que le rodea otorga un curioso tono retro, sumado con que a primera vista están los tocadiscos. Digamos, entras con la sensación de una canción de Mac DeMarco, y de repente saltas hacia las vibraciones de “Verdis Quo” de Daft Punk. Está cool.

Edo y DJ Matsu recopilaron los viniles— hay discos japoneses y americanos—, piezas que ellos compraron o les regalaron. Esta travesía musical se coordina con el show en barra: los bartenders arman el playlist durante las primeras horas de la noche, más adelante llega el dj de casa. Te dan el corto y conciso menú, donde todos los tragos clásicos y de autor se sirven en cristalería japonesa tallada a mano, y cuestan $250. 

Unsaid, como la canción de The Fray, es un juego astringente y sutilmente burbujeante: lleva whisky, fresa quemada (la traen de su propio huerto, pasa por un soplete y otorga toques ácidos) y té de oolong gasificado. Un asegurado consentido de la casa que da gusto a todos los paladares, versátil y de encantador tono rubí.

Siguiendo la línea del poder frutal, está el pink+white, un negroni con sandía clarificada (aquella que atravesó un proceso de filtración, sale turbio o claro); servida en vaso corto, de cuerpo aterciopelado a la vista y muy vivo al sorberse: el principio es un sabor muy familiar, pero termina con el dulzor de la sandía.

Hay que avisarle a Dev Hynes que “Champagne Coast” es el ritmo perfecto para tomar el coctel bajo este mismo nombre: lleva champagne y un licor infusionado en ruda, una hierba muy aromática que, según las abuelitas, se toma para no embarazarse.

Tokyo Music Bar tiene a su hermano mayor en Tokio, el Ginza Music Bar, y agradecemos que este pedacito de país del sol naciente se conjuntara con el potencial de los componentes mexicanos desde la CDMX. Eso, y que abren en lunes.

Detalles

Dirección
Rio Panuco 132, Planta Alta, 1A
Cuauhtémoc
Ciudad de México
06500
Transporte
Metrobús Reforma
Precio
Consumo promedio por persona $500
Horas de apertura
Lun-sáb 7pm-2am
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