Atrás de Plaza Lindavista, hay un bar que regularmente está lleno: probablemente por sus promociones de alcohol antes de las 6pm o porque se siente como un lugar de culto al rock clásico-choteado. Es un gran salón con algunos sillones, mesas, un montón de luces disco y cuadros de The Beatles, Kiss y otras bandas pegadoras en las paredes. El lugar más solicitado es la tarima en donde tocan bandas en vivo de jueves a sábado, a un lado hay una pantalla gigante, que en mi visita tenía un canal de deportes sintonizado.
Pedí un sex on the jungle, de los creadores de sex on the beach y lo digo porque de inusual o rico no tiene nada. Es un gran tarro (980ml) en $174 con vodka Eristoff, jugo de piña y de naranja, Midori y Curazao. A pesar del tamaño, no me pegó. También me eché una hamburguesa de arrachera con papas ($83) cuya carne no era de arrachera, sino una oblea doble de carne de supermercado. No pidas la chela de barril (el tarro en $49 y la bola en $70), pues se siente rebajada con agua.
Acierto del lugar: las dos mesas de billar, pues aunque los hits de System Of a Down y Guns N' Roses son estridentes, el ambiente de The Hell Rock es tranquilo y se puede platicar perfectamente o asistir con tu bolita de amigos para jugar un bola ocho. The Hell Rock es una opción si buscas algo sencillo y relajado por la noche.