Refrescarás tus noches de fiesta con un plan botanero y una vista espectacular al Monumento a la Revolución, la Torre Latinoamericana y Reforma. Terraza Cha Cha Chá es amplia y colorida con vitrales, espacio abierto y pisos de madera. Es ideal para ir en grupo, e incluso, para aprovechar el salón con ambientación formal que tienen a un costado para comidas de negocios o un festejo privado.
En su carta de cocteles predomina el tequila. El trago estrella es el cucarachachacha con tequila blanco, chile guajillo, limón, jarabe de granada y puré de sandía, se sirve en un jarrito de feria con un tamarindo que funciona como popote y le da el toque picoso. La samaritana es un homenaje al cuarto día de la cuaresma, llamado Día de la Samaritana, cuando en Oaxaca se regalan aguas frescas a quienes las pidan. Lleva ron, Rumchata y jugo de melón, y aunque es divertirlo tomarlo porque tiene azúcar rosa escarchada en la copa, es excesivamente dulce, pídelo si eres alguien de postres o al final de la comida. El diablo es un coctel más serio e irresistible con tequila reposado, jugo de limón, licor de cassis y jarabe de jengibre, no querrás perder el sabor especiado y refrescante que te deja en la boca.
Como en todo buen botanero, no puede faltar el antojo. De las entradas, el aguachile tiene un sabor ahumado y gajos de naranja. La tostada cha cha chá de atún, tiene chile habanero y mayonesa de chipotle, es picosa pero con un toque dulce que te aliviana por las cebollas caramelizadas. Para poner al centro pide el chamorro, es para tres o más personas y viene con tortillas hechas a mano. Finalmente, algunos postres tienen sabores que te remontan a tu infancia, como los buñuelos de la abuela hechos con harina de maíz para que queden más crujientes, y el suave flan de café que sirven en un shot de expreso.
Terraza Cha Cha Chá se suma a las cantinas modernas de la Ciudad de México; lo hizo a tiempo para la llegada del verano con un menú de bebidas y comida digno de aplacar el calor, el hambre y la sed nocturna más voraces.