Hay un chico nuevo en el barrio que quiere conquistar el corazón cervecero de la Juárez. Su nombre es Simple y recién abrió sus puertas en la calle de Hamburgo, justo a la vuelta de Insurgentes. El local es idea de Andrés Valverde y Miguel Cervantes, dos amigos que se conocieron en la prepa y juntaron su talento para darle vida a esta nueva cervecería artesanal.
Acomódate en una de las mesas de madera o en la barra de concreto y échale un ojo al menú del día. Tienen 13 líneas de cerveza de barril, cinco son de la casa y el resto de otras cervecerías nacionales, en un día normal te puedes encontrar chela de Linda Vista, Cru Cru, Falling Piano, Reforma y hasta Justicia Divina.
Ya con chela en mano, relájate y disfruta la tranquilidad de este tap room. La música está a un volumen que te permite platicar sin necesidad de gritar; la decoración es sencilla, sin pretensiones ni aires de grandeza; el servicio es muy rápido y si tienes suerte, la beer sommelier te puede dar un tour por la fábrica que está detrás de la barra.
En cuestión de comida nos quedan a deber un poquito, solo hay pizza a la leña y empanadas de L'Ermitaño, pero se los perdonamos porque apenas van comenzando.
Ojo, si lo tuyo no es la cerveza, hay una breve carta de vinos, mezcales y ginebra para que disfrutes la noche con tu date o tus amigos. Acá entre nos, te recomiendo pedir un gin tonic, lo sirven con agua quina y Armónico, una marca artesanal (también creada por Andrés Valverde) hecha con alcohol de maíz y 32 botánicos, joya. También hay cerveza en lata y growlers para llevar, por si un día quieres armar la fiesta en tu casa.