Llega una nueva propuesta para los que nos gusta tomar leeento y a gusto. Una de mis cosas favoritas en esta vida es conocer barecitos donde precopear, ir por traguitos coquetos después de comer, o cenar en un ambiente festivo sin que sea un antro tumultuoso.
Con la selva como fondo, el personaje principal de este bar es un oso perezoso, un animal al que no le apetece ir al mismo ritmo, baja las revoluciones y disfruta con calma la vida. El lugar cuenta con dos pisos, donde se cuida la luz, las formas y los colores.
Sobre el ambiente, puedo decir que al ser tan reciente su apertura, apenas está empezando a tomar forma, pero el team es sumamente amigable, te mostrarán las diferentes opciones a partir de tus gustos mientras escuchas todo tipo de música, desde pop hasta banda, o las novedades del DJ invitado.
Lo fuerte acá es el vino, con una curaduría que no tendrías en cualquier bar. Espumosos, blancos, rosados, naranjas y claro, tintos. Con etiquetas de España, Argentina, Italia, Alemania y México, las cuales irán cambiando según su stock.
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También hay coctelería clásica, de autor, chelas y tragos derechos. Nos decidimos por su cóctel insignia, el Perezoso, preparado con vino rosado mezclado con guayaba, cordial de fresa con ruibarbo (una planta parecida al apio de tono rosa, dulce) y aperol. Es un trago para paladares que aman lo dulce, se siente la fresa, la guayaba, y aunque tiene un grado alcohólico alto, lo disimula perfectamente.
De segundo, pedimos un Pérez, elaborado con tequila blanco, manzana, licor de saúco y apio. Una gran entrega que logra tener un balance en sabores, con notas ácidas por los cítricos, lo dulce de la pera y manzana, sumado al tequila y el apio que terminan siendo los protagonistas. Para no beber con el estómago vacío, pedí la tostada de atún zako, con atún en cuadros, mayonesa de chipotle, poro frito, aguacate, unas laminitas de jalapeño y limón. Cómoda y rica, el jalapeño le da un twist porque ¡sí pica!
No podíamos irnos sin probar algún vino, en mi caso una copa de los naranjas, que resultó una experiencia agradable, con las notas dulces de un vino blanco, pero el retrogusto como de un tinto, un poco más fuerte. Ojo, si para ti la fiesta es hasta morir, de la misma familia de Selva, caele a Cometa Disco, en este after prenden la tornamesa los viernes y sábados a partir de las 11 pm.
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