A unos pasos de la Fuente de la Cibeles y con un concepto inspirado en el célebre poema “The Raven” de Edgar Allan Poe, este nuevo antro se antoja gótico, oscuro, lúgubre e intenso, todo eso que nos encanta a los amantes de las noches largas.
Cuando escuché de este speakeasy me encantó la idea de visitar otro bar secreto y casi inaccesible; una tendencia que está cobrando fuerza en la ciudad, con antecedentes como el Parker & Lenox en la Juárez o el Jules Basement en Polanco.
Asegurar mi entrada implicó una labor de observar e intuir. En su Facebook sólo aparecen anuncios de los djs invitados y un teléfono en el que es difícil que te contesten. Por otro lado, aunque tampoco tienen cuenta de Twitter, es posible detectarlos gracias a algunos hashtags, como #MouthWideShut o #speakeasy (es probable que al momento de la publicación de este artículo, los hashtags ya no sean los mismos).
No me dejé vencer por tanta secrecía y después de insistir vía telefónica en varias ocasiones, les envié un mensaje por Face. Me contestaron con una clave: otro número de teléfono. Marqué, y una voz seca y carente de emoción se escuchó al otro lado de la línea. Repetí mi interés de hacer una reservación y di mis datos. Un simple “ok” y ya estaba dentro.
El día elegido esperamos la llegada de la medianoche. Un par de cadeneros gigantescos se paseaban por la banqueta frente a un restaurante de hamburguesas. Mujeres entaconadas y hombres bien vestidos desentonaban con el tono desfachatado e informal del restaurante. Me acerqué a ellos y les susurré que había hecho una reservación. Al principio me ignoraron, pero después una chica se me acercó y me condujo a través de la cocina del restaurante, hacia una puerta oculta con unas escaleras tras ella. Arriba estaba la tierra prometida.
El Poe no es del todo lúgubre o gótico, pero sí oscuro e intenso, por lo que se vislumbra para ser un lugar socorrido del nightlife capitalino. Frases del escritor al que su nombre hace honor decoran las paredes, mientras que el amplio espacio rectangular invita a bailar al ritmo de deep house y lounge que mezclan djs invitados como César Absalon, quien cuenta con más de una década de trayectoria tras las tornamesas de varios clubs defeños, o Jorge Nava, promesa de la electrónica nacional que ha compartido escenario con Armin Van Buuren y Dash Berlin.
El riesgo decae un poco con tragos que consisten sobre todo en combinaciones ya probadas, menos creativas de lo que cabría esperar en un sitio como este. Está el noche plutónica, elaborado con tequila, frambuesa, Cointreau y limón; el leonora, que lleva vodka, pepino y jugo de piña; o the raven, inspirado en la tradición decimonónica del absinthe con un toque de Jägermeister, mezcal, miel de agave y hierbabuena.
La fiesta termina a las cuatro de la mañana. Los trasnochados, como cuervos, emprenden el vuelo de regreso después de una noche gratificante. En tanto se conserve como un secreto, el Poe puede consolidarse como uno de los antros más interesantes y exclusivos de la capital. Aunque la entrada no está garantizada, vale la pena intentar atravesar sus puertas ocultas y adentrarse en su fiesta eterna.
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Time Out dice
Detalles
- Dirección
- Oaxaca 79
- Roma
- México, DF
- 6700
- Transporte
- Metrobús Durango
- Precio
- Consumo promedio por persona $500
- Horas de apertura
- Jue-sáb 12-4am
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