Si hay algo que sobresale del Mapa es su barra: grande, pesada, rústica y zigzagueante. Aunque hay algunas mesas apretadas y una terraza, el mejor lugar para sentarse es frente al bartender, quien no suelta el soplete encendido ni para ver su celular. Prende decenas de shots al mismo tiempo. Es tanta la demanda que llega a vender hasta 500 en una noche. No es para menos: este bar se especializa en la elaboración de shots a 25 pesos y actualmente cuenta con 45 variedades divididas en fuertes y suaves.
El trago estrella es el pedo de gorila, tomarlo es toda una experiencia. Primero, el bartender sirve un vaso a la mitad con cerveza clara, luego hace un shot de whisky y licor de café y lo enciende. Entonces el comensal lo echa en medio del vaso y cuando el licor hace contacto con la cerveza, la espuma sale rápidamente. Hay que tomarlo a toda velocidad.
Para acompañar los tragos hay tapas, snacks, ensaladas y hamburguesas. El bar es pequeño, ruidoso (la música electrónica suena a un volumen nada moderado) y se abarrota de universitarios, así que no es muy recomendable para claustrofóbicos. Es ideal para precopear barato y de una forma original, aunque si te pasas de shots, probablemente termines caminando sin sentido alrededor del kiosko del centro de Tlalpan.