Cantina de 1918, es decir, tiene el toque privado y excéntrico que necesitas para beber hasta desahogarte. Te sentirás en compañía de otros bebedores en pena, con palabras y oídos compasivos. Prueba el guajolote, “es para la cruda”, –ajá–, todos sabemos lo que sucede si combinamos vodka con anís.
Primero esconde las llaves de tu automóvil, luego respira profundamente y llámale a tu mejor amigo o amiga, el que siempre te hace segunda. La noche es joven y vas a necesitar mucha cerveza, tequila, mezcal y esos tragos que tienen de todo. No te pongas "darks", no hay nada en esta vida que varios shots no puedan curar. ¡Ánimo!