A pesar de tener un tamaño petit, este local saca el mayor provecho a cada centímetro, con un área donde se exhibe el catálogo de cervezas, otra para mostrar la charcutería a la venta, una barra para degustarlas y un par de mesitas afuera.
Lo maravilloso de la cerveza artesanal es que, sí o sí, encuentras algo para ti. Si eres de los que no les gusta la chela, habrá alguna opción fresquita y con sabores intensos a frutas que seguro te encantará. Y si eres un experto, sobra que te diga que existen estilos de chelas que se adaptan a cualquier día, hora e incluso a tu humor.
Seguramente te sorprenderá saber que las chelas industrializadas que vemos en México ya nos son negocios mexicanos en tanto que los propietarios de estas empresas ya son grandes transnacionales. Pero, eso sí, las cerveceras industrializadas siguen generando empleo y muchos litros de este refrescante elixir para nosotros los mexas.
Entonces, la verdadera industria cervecera mexicana es la artesanal: esa que hace producciones pequeñas y que proviene de capital nacional. Las primeras marcas de cerveza artesanal en México fueron Beer Factory, Cosaco, Calavera, Minerva o Jack, además de Tempus, que ahora ya pertenece a uno de los grandes grupos cerveceros transnacionales. Ellos abrieron el camino, a inicios de los años 2000, para las ahora más de 300 marcas de chela independiente y artesanal.
Y, junto con la cerveza artesanal mexicana, también existen otras opciones cerveceras de otras latitudes que son deliciosas y que también podrás probar en estos bares, los mejores para tomar cerveza artesanal en la CDMX.
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