La chef Lula Martín del Campo junto a su hermano Nicolás acaban de inaugurar un nuevo bar y tienda de conservas caseras a un lado de Marea, su restaurante de cocina de mar en la Roma.
El espacio, con un diseño de Mier y Terrán Galvanduque (MYT+GLVDK), es estrecho y largo; seguro te recordará a los bares españoles y portugueses donde es usual detenerse en la barra, platicar con los vecinos, y reponerse del calor con un vermut y algo para picar a cualquier hora del día.
Aunque pequeño, la distribución del espacio se presta tanto para hacer nuevos amigos como disfrutar la tarde solo. Nico me cuenta que la idea parte de los buenos recuerdos que tienen de sus viajes por países donde reina la cultura de la barra de tapas. Así que buscan generar esa misma convivencia de barrio sin dejar de lado los toques mexicanos en la cocina de Lula.
Mi entrada a esta barra fue el vermut de la casa en 65 pesitos (auqnue hay una variada selección de españoles e italianos) junto con unas aceitunas aliñadas, mientras veía en las paredes las conservas y latas disponibles para llevar a casa con recetas de familia: boquerones, anchoas, paté, vegetales encurtidos, salsas o chimmichurri, se antoja toda la alacena.
A la carta de vino entró un poco de todo, mexicanos de Coahuila y San Luis Potosí, Españoles y Franceses, y hasta cuatro naturales portugueses, así como jerez y uno que otro mezcal. Acompañar tu copa con cualquiera de las tortitas es una gran idea, pero especialmente tienes que probar la rellena de carne tártara. Como probadita de la coctelería de autor, pedí el Basilisco, con vermut blanco, cordial de albahaca, ginebra y espumoso. Con ese delicioso aroma herbal y lo balanceado de los licores, visualizo que será el favorito de la primavera. El mío ya lo es.
Te recomendamos: Bares para melómanos en la CDMX