Si hay fila no es cuestión de cadeneros o selección mamona. Es la seguridad que se encarga de catear a los asistentes para garantizar que los únicos moretones sean los que broten después de los chingadazos del slam. Está ubicado sobre Insurgentes, a muy pocos pasos de la glorieta, en las raíces de la Roma.
Es un foro de vena urbana y punk hasta la última gota de sudor. La bienvenida es una planta baja que funciona como pequeño bar para tomar cervezas, charlar y ponerse al día en modo precopeo con buena música de fondo.Unas escaleras y un pasillo iluminado en colores fuego y morados conducen al nervio del volcán punk que es el Gato Calavera, un amplio foro similar a la arquitectura de un estacionamiento decorado en negro, neones, chingo de calcomanías y un escenario en el que se presentan bandas de garage rock, rockabilly, hardcore y desde luego: mucho punk con un sonido muy bien ecualizado.
Cuando hay cover, oscila entre los $50 y los $100, las cervezas cuestan $30 y los cocteles elaborados no pasan de otros $50 más. Vale la pena estar al pendiente de su cartelera porque suelen programar toquines de entrada libre.