De pronto, esta ciudad se llenó de lugares en los que los meseros tienen que explicarte “el concepto”; donde los nombres de las cosas se vuelven complicados hasta para los sibaritas locales. Lugares que nunca se convertirán en tu bar de confianza, porque te sientes ajeno. Pero El Espantoso es un oasis en el desierto de los bares pretenciosos, no esconde nada, no hay más concepto que explicar: jazz y hip hop a un volumen que te permite platicar, cocteles clásicos reinventados y algunos de la casa, comida deliciosa. Un espacio que es agradable sin esforzarse de más, con el potencial de convertirse en tu bar de cabecera.
Las recomendaciones de cocteles fueron acertadísimas, empezar con la frescura de un coctel preparado con cerveza (Chicano) y terminar con el amargor y el perfume de un coctel de Bourbon (Black Manhattan), es el recorrido perfecto para una salida tranqui entre semana o para el inicio de una noche de locura el fin.
Pudimos probar algunos de los platillos que ahora forman parte de su carta de comida, tacos de pescado o de setas y el arroz frito, con sabores equilibrados y tranquilos como el ambiente del lugar. Cada vez me sorprende más encontrar bares en los que la comida no sólo es un bajón para los tragos, sino un acompañamiento, y hasta un potenciador. Y no es que la comida sea simple, sólo tiene los ingredientes precisos para pasarla bien en cada bocado.
El Espantoso es un bar de casa, una propuesta fresca y relajada necesaria en esta ciudad, que te invita a entrar, a quedarte y a regresar, y en la que pronto podremos disfrutar noches de vinilos, jazz en vivo y una carta de alimentos que se convertirá en una de tus favoritas. No les pierdas la pista.
- Aura Mendoza
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