Rascacielos corporativos, innumerables baches y un mar de camisas blancas, pensar en Santa Fe cansa a la mente más de lo necesario. Pero para alivianar este malestar, el Hilton añadió un pequeño oasis nocturno de viernes y sábado al piso 15, Cielo Rooftop con una envidiable vista y acceso a la alberca. La vitamina T de la fiesta: una terraza.
Tonos de madera y amarillo cobre rodean el lugar, un espacio con mesas y sillas altas, sillones con cojines bordados y techo abierto del que cuelgan enredaderas y atrapasueños tejidos. El estilo hippie chic que no defrauda a la selva citadina y mucho menos a sus espectadores: son jóvenes, usan sombrero del Corona Capital, ellos van encamisados y ellas llevan tacón; por cada dos treintañeros hay 18 veinteañeros.
Solo te dan mesa si pides botella, excusa suficiente para llevar a más de cinco amigos y economizar la cuenta. Sirven los viejos confiables de tequila, ron y vodka, a lo más que aspiran en coctelería es un sex on the beach en su punto de tropical acidez, pero cuentan con baileys, mezcal y gin para alejarse de lo ordinario.
Al fondo está el dj con una mezcla de oldies ochenteras durante las primeras horas de la noche, y posteriormente le da play al reguetón, a Calvin Harris y a Pibtull. Cruzando está la alberca donde se organizan pool parties, mismas que anuncian en redes sociales e ingresas bajo reservación a tu nombre.
Vaya, estamos hablando de un spot que es la periferia de los universitarios, pero es bueno conocer un lugar donde la energía jovial y el servicio atento permite que los no tan chavos dispongan de una noche de reven dentro de un moderno distrito que tiene mucho por ofrecer.