Entre Revolución e Insurgentes, al lado de La Bipo San Ángel, se encuentra escondido un bar que apuesta por la atracción de lo oculto. Entré a través de un librero, por dentro había una gran barra de madera y una cantina repleta de mis alcoholes favoritos. Había sillas de madera en forma de cajas y la música era rock en español, con Soda Stereo, Charly García y Los Amigos Invisibles. Los sillones rojos y espejos en las paredes parecían despertar las ganas de venir con la pareja. En esta área la luz era más tenue y la música me hipnotizaba.
Es una fiesta que parece estar en lugar clandestino, cual speakeasy, aunque la bebida aquí es deliciosa y legal. Tienen promociones con las que puedes salir de rodillas, pues la carta de cocteles y shots es extensa y hay días de 2x1.
Están los tragos coquetos como el cosmopolitan, mojito, manhattan, chocolate martini y gin and herbs, que harán que se te caliente todito, pero te recomiendo que aproveches los shots y le entres a las creaciones de casa como el rapidín con licor de menta, licor de café, triple sec y crema chantilly, el pezones rosados de vodka con crema de whisky, el duende verde de triple sec, ginebra y licor de menta o los especiales como el pedo de gorila.
Este bar no le pide nada a los de otras colonias de la Ciudad de México, hay ambiente y música para todos. De pronto encontrarás house, jazz, rock y no se quedan atrás el reggaetón ni el pop, incluso podrás escuchar un dj en conjunto a un saxofonista.
Te la pasarás increíble. Además, si se te antoja una buena botana, no dudes en probar las tapitas que tienen ahí: higo, jamón serrano, tortilla española, melón y queso de cabra, por mencionar algunas. ¿Hambre aún?, te recomiendo el choripán o una pizza, así podrás seguir la fiesta con toda la actitud e intensidad que prefieras.