Nos dimos a la tarea de encontrarte una cantina clásica: puertas de vaivén, 70 años de recuerdos, la dama que llora en los hombros de alguien que no es su esposo y las deliciosas botanas. Pide tu caballito de bienvenida, una tostada de pata o un caldo de camarón. Hay platos fuertes, como un pecho de ternera cocinado a la perfección, con guacamole y papas en gajos. Una joya oculta en la Tabacalera.
Deja los antros y los bares por un momento y viaja en el tiempo. Pueden funcionar como lugares para crudear o para disfrutar de los tragos, las botanas y los platillos que se han servido por varias generaciones. La Ciudad de México tiene las cantinas clásicas que han sabido poner el ejemplo.