Fuera del herbidero de bares de la Roma-Condesa-Polanco, la San Miguel Chapultepec todavía conserva las virtudes de las colonias viejas: comercios con décadas de historia, vecinos que se saludan y calles tranquilas por la tarde.
Todo ello forma parte del encanto de esta nueva vinata de barrio. No hay mesas particulares, sino que debes hacerte un lugar en las barras del interior, cosa que se presta para platicar con los vecinos ¿de qué? de vino, naturalmente, pero sin faroleos. Brutal quiere que le entres al vino de la forma menos acartonada posible.